NEUROLOGÍA-PSIQUIATRÍA
El trance de san Ignacio de Loyola en el Hospital de Manresa. Juan de Valdés Leal.
El trance de san Ignacio de Loyola en el Hospital de Manresa. Valdés Leal, Juan.1600-1664. Óleo sobre lienzo. 215 x 124 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. (AA BY 3.0)
San Ignacio visitaba con frecuencia la enfermería del hospital de Manresa
para atender a los pacientes, y esta obra narra un acontecimiento de la vida de san Ignacio, cuando se
encontraba junto a una ventana que comunicaba con la iglesia. Se cuenta que
bruscamente perdió el sentido y cayó al suelo. Tras una semana de estar en trance, creyéndosele
muerto, lo fueron a enterrar, momento en el que se despertó causando la
sorpresa entre los presentes.
La composición muestra al santo acostado en el suelo de una estancia, con
las manos recogidas sobre el pecho.
Le rodean varios personajes masculinos, uno de los cuales arrodillado
advierte, después de ponerle la mano en el pecho, que su corazón aun latía. Esto provoca una reacción colectiva de asombro entre los presentes que ya se
disponían a enterrarlo.
A la derecha y en segundo término se describe una escena en la que aparece
san Ignacio orando ante un cadáver, que varios deudos han llevado ante su
presencia en el hospital, en espera de una resurrección milagrosa.
En la parte superior del cuadro, dos angelitos contemplan la escena y al mismo tiempo alivian la tensión emocional que impera en la parte inferior de la escena.
Medicamente puede interpretarse como una situación
de catalepsia, consistente en un estado biológico en el cual la persona
yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se
encuentra viva en un estado que podría ser consciente o inconsciente, lo que
puede a su vez variar en intensidad.
En gran número de casos, este estado lleva a
creer que la persona que padece un ataque de catalepsia ha fallecido, y este fenómeno puede llevar a enterrar a personas que aún
están con vida, pero no muestran signos vitales.
La catalepsia es un síntoma de algunos trastornos nerviosos o condiciones tales como la enfermedad de Parkinson, la epilepsia y la esquizofrenia.
En algunas ocasiones, el caso aislado de
episodios catalépticos también puede ser desencadenados por un choque emocional
extremo.
Por Andrés Carranza Bencano. Catedrático de Traumatología y Cirugía Ortopédica