domingo, 5 de noviembre de 2023

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

SABANA SANTA

Constantinopla.

En el año 912 muere el Emperador Bizantino León VI, el Sabio, y hasta la mayoría de edad de su hijo Constantino VIII “Porfirogéneta”, actúa como emperador bizantino en funciones Romano I Lecapeno. 

 “Porfirogéneta” significa “nacido de la Purpura”, por haber nacido en la sala púrpura especial del palacio de Bucoleón, destinada al nacimiento de los herederos del trono imperial.

Constantino VII. Emperador del Imperio Romano de Oriente desde 6 de junio de 913 a noviembre de 959

Romano I Lecapeno ordena a un prestigioso general de origen armenio, llamado Juan Corcuas, que ataque Edessa para rescatar la Síndone. Después de un corto tiempo de sitio, en el año 944, se alcanza la paz con el emir del sultanato de Edessa, que es conocido como “tratado del Mandylion”, por el cual el general Corcuas devolvía 200 prisioneros, elegidos entre los más importantes, entregaba 12.000 monedas de oro y finalizaba el sitio de la ciudad, mientras que el emir le entregaba el Mandylion, que era la Síndone plegada ocho veces de modo que se podía ver solo el rostro (ver).


Las tropas musulmanas del emir de Edessa agradecen al ejercito bizantino del general Corcuas el “Tratado del “Mandylion”, que restableció la paz el año 944

Entrega del Mandylion a los bizantinos en 944. Ilustración del folio 131a del  Skylitzes Matritensis

El arca con el Mandylion fue llevada hasta Somosanta, antigua ciudad situada en la margen derecha (occidental) del rio Éufrates, que quedó inundada por la construcción de la presa de Atatürk. 

Posteriormente, es transportada al Monasterio de Santa María Madre de Dios o Monasterio de Eusebio, cerca de Constantinopla.

Cuando se extiende en su totalidad, se comprueba que el Mandylion es una enorme sábana que no solamente tiene la impronta del rostro, sino que está representada la imagen de un hombre torturado, de frente y de espaldas, y el 15 de agosto del año 944, la Síndone, ya con ese nombre, hace su histórica entrada en Constantinopla.

El Mandylion o Síndone, guardado en un cofre de oro, rodeado de un sequito con las máximas autoridades religiosas, civiles y militares del Imperio (el emperador bizantino Constantino VIII “Porfirogéneta” y el emperador bizantino en funciones Romano I Lecapeno), celebraron el día de la Asunción en la Sagrada Iglesia de Santa María de Balanquerne, situada en la parte nueva de Constantinopla, a orillas del Cuerno de Oro, con una gran homilía del arcediano Gregorio.


Fastos imperiales bizantinos en la recepción de la Sabana Santa en la iglesia de Santa María de Blanquerne, que custodiaba un vestido de la virgen María, de ahí el deseo popular de reunir ambas reliquias en el mismo templo.  


Esta iglesia de Santa María de Balanquerne era un templo construido en el siglo V y en su entorno se creó el gran complejo del Palacio de Blanquernas, que fue destruido casi totalmente en un incendio en 1434, permaneciendo en ruinas hasta mediados del siglo XIX, en que el gremio de los peleteros ortodoxos compró parte de la parcela original y construyó una pequeña capilla que actualmente sigue abierta al culto. 



Posteriormente, navegaron hasta el Palacio de Bucoleón, y la urna fue instalada en la iglesia de Faros, aneja a dicho palacio, construido probablemente por el emperador Teodosio II en el siglo V.


El Palacio de Bucoleón en la actualidad.

Al día siguiente, 16 de agosto, el cofre con la Síndone hizo una travesía por la costa de Constantinopla para desembarcar cerca de la iglesia dedicada a la sabiduría divina de Santa Sofía.


El 16 de agosto de 1944, Constantino VII “Porfirogéneta” embarca en la galera real con la Sabana Santa guardada en su cofre, y pasea por el canal del Cuerno de Oro en medio del fervor popular. El desembarco la conduce a Santa Sofía en medio de cánticos, flores y oraciones de acción de gracias.


Esta iglesia de Santa Sofía es una antigua basílica cristiana, posteriormente convertida en iglesia ortodoxa, más tarde en mezquita, luego en museo y desde el 1 de agosto de 2020 nuevamente en mezquita de la ciudad de Estambul. 


Iglesia de Santa Sofia

Terminados los oficios correspondientes, en esta iglesia, el arca fue trasladada a la sala de audiencias donde estaba el Trono de Oro, el Crisio Triclinium de los emperadores bizantinos, donde fue colocada, hasta que fue devuelta a Faros.

Pocos años después, la Sábana Santa pasó a ocupar su lugar definitivo en Constantinopla en la iglesia de Santa María de Blaquerne, donde todos los viernes era presentada y honrada públicamente en ostensión. 

Curiosamente, seguía empleándose para el culto una urna que contenía la Sábana, pero que se presentada únicamente por el pliegue que mostraba el Santo Rostro, a la que llamaban "Urna de Ostensión Facial".


Urna de Ostensión Facial. Fue el sistema empleado en la capital de Bizancio para presentar la Síndone por el rostro de Jesús únicamente, haciéndolo coincidir con un agujero central


En el año 1095, acudió a Constantinopla una delegación húngara para pedir la mano y el desposorio de la hija de Manuel I con un hijo del rey de Hungría. 



Con la delegación iba un pintor que plasmó la Sábana Santa en el llamado Códice de Pray (Biblioteca Nacional de Széchény en Budapest), con la figura de Jesús muerto, la unción del cuerpo, y las santas mujeres.


Pero, curiosamente, esa pintura de la Sábana Santa representa cuatro agujeros ordenados en forma de L invertida que  son perfectamente visibles actualmente en la Síndone, de donde se infiere que ese lienzo al menos data del año 1095.  



En la fotografía de la Sabana Santa son identificables los mismos agujeros que aparecen representados en el "Códice de Pray"


En 1202, bajo el papado de Inocencio III, se organiza la IV Cruzada que reúne numerosos contingentes de Cruzados de muchas naciones europeas.

Fresco de Inocencio III ubicado en el claustro del Sacro Speco de Subiaco 1219


Los cruzados hacen escala en Constantinopla, donde son bien recibidos por los bizantinos (Isaac II, era el emperador de Bizancio) a pesar de que en aquella época se había consolidado el cisma de Oriente que significó la separación de las dos grandes Iglesias en 1054. 


Inicialmente, dadas las buenas relaciones entre Bizancio y Roma, los cruzados tenían permiso para entrar en Constantinopla, pasear por sus calles y contemplar sus monumentos.


Pero, el 12 de abril de 1204, las tropas cruzadas invadieron y tomaron la ciudad de Constantinopla realizando robos, matanzas, saqueos, incendios y destrucción, y la iglesia de Santa María de Blaquerne fue expoliada incluyendo la Sábana Santa, que desapareció. 

El 12 de abril de 1204, las tropas cruzadas, hartas de esperar acampadas fuera de las murallas de Constantinopla en el inicio de la expedición de conquista a Tierra Santa, invaden la ciudad y la saquean de forma despiadada.

El cuadro de Delacroix representa un famoso episodio de la IV Cruzada ocurrido el 12 de abril de 1204 en el que los cruzados, abandonando sus planes de invadir Egipto y Jerusalén, se decidieron por saquear la ciudad cristiana-ortodoxa de Constantinopla, capital del Imperio Bizantino. La obra muestra al rey Balduino I   a la cabeza de un desfile que atraviesa las calles de la ciudad tras el asalto. Alrededor de él los habitantes de la ciudad suplican clemencia. ​

 

Constantinopla tenía forma de triángulo, en dos lados la protegía el agua y en el tercero se levantaban las murallas más imponentes por lo que no era fácil su asedio y de hecho había resistido veintiséis sitios, durante mil años de historia.

El sultán otomano Mehmed II con un gran ejército y una gran flota consiguió su conquista el 29 de mayo de 1453, a pesar de la defensa del emperador Constantino XI y el genovés Giovanni Giustiniani. 

El sultán Mehmed II oliendo una rosa. Álbumes de Topkapi Sarayi. Hazine 2153, folio 1oa

Esta conquista puso fin al Imperio Bizantino y la ciudad, renombrada como Estambul, se convirtió en la nueva capital del poderosos dominio otomano. La basílica de Santa Sofía se transformó en una mezquita desapareciendo los símbolos cristianos.

Por tanto, y afortunadamente, la Sabana Santa, robada por los cruzados, pudo salvarse de la destrucción por parte del ejercito otomano. 



Mehmet II conquistando Constantinopla. Zonaro, Fausto. 1903. Palacio de Dolmabahçe. Estambul. Turquía