PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA
Hallux Valgus
La Sagrada Familia rodeada de Santos. Pedro Pablo Rubens.
Esta obra es un boceto, o una copia
reducida de un lienzo, que la archiduquesa Isabel Clara Eugenia le encargó a Rubens en
1628, para presidir el altar mayor de la Iglesia de los Agustinos de Amberes.
La obra llegó a España a través de
Francisco de Rojas, diplomático al servicio del Cardenal-Infante Don Fernando
de Austria, gobernador de los Países Bajos meridionales y hermano del
rey Felipe IV. Los herederos del artista le regalaron esta obra como agradecimiento
a las muchas obras que compró en la almoneda de Rubens para el rey.
Posteriormente entró en las
colecciones reales, posiblemente a través del Marqués de Carpio.
Aparece inventariada en
el Escorial desde el siglo XVIII, noticia conocida por la referencia
que de ella hicieron Antonio Ponz y Ceán Bermudez.
Estamos ante una escena mística, una
“sagrada conversación”, utilizada en el arte italiano.
La virgen, en lo alto de un pedestal
y acompañada de San José, presenta a su hijo a una mujer arrodillada ante ella,
identificada con Santa Clara.
Detalle
de la Sagrada Familia con Santa Clara
Los santos que completan la escena, en diferentes actitudes y posturas, son los patrones de las diferentes cofradías religiosas presentes en la Iglesia para la que pintada esta obra.
Pero
son santos de ámbitos geográficos distintos y de épocas cronológicas diversas.
Podemos identificar a la izquierda a
San Cristóbal, el gigante, y a la derecha a San Pedro, con las llaves, y a San
Pablo, con la espada.
Detalle
de San Cristóbal
Detalle
de san Pedro y san Pablo
A la izquierda Santa Polonia con el alicate.
Detalle
de santa Polonia
En el primer plano a San Jorge, pisando al dragón que ha vencido, junto a Sebastián que lleva las flechas y el arco, símbolos de su martirio.
Detalle de san Jorge
Detalle de san Sebastián
En la parte derecha de la escena,
tocado con la mitra y portando el báculo que lo identifican como obispo,
aparece San Agustín, titular de la iglesia a la que va destinada la obra, con
un corazón ardiente en la mano, así como a san Lorenzo con la parrilla de su
martirio.
San Agustín y la Virgen dirigen la
mirada hacia el espectador, conectando con él, algo que se refuerza con la
postura del santo señalando a lo alto del pedestal.
Detalle de san Agustín y san Lorenzo
Los personajes están enmarcados por
una arquitectura clásica, de la que vemos columnas y pilastras, así como el
pedestal decorado sobre el que se asienta la virgen.
Las figuras, inspiradas en modelos
clásicos como se observa en la figura de San Sebastián, que destaca entre
el resto por la luz que recibe al estar semidesnudo, al igual que la
arquitectura engrandecen y monumentalizan la escena.
Destaca la deformidad del pie de san
Sebastián claramente en pie griego con Hallux Valgus.
Este tipo de pie se caracteriza por tener el segundo dedo más largo que el pulgar.
Se conoce como griego debido a
que en la mitología griega está asociado a las diosas y sus poderes.
Detalle del pie griego con Hallux Valgus de san
Sebastián
Es un ejemplo de la conexión de Rubens con la antigüedad clásica, que veía como reflejo de los valores que debía tener la sociedad, así como la imagen hermosa de algo mejor.
El artista siempre buscó la unión entre los dos mundos, religioso y clásico, buscando un enriquecimiento recíproco.