martes, 23 de septiembre de 2025

 EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA

Jesús Atado al Columna. Pedro Millán. Museo de Bellas Artes.

Cristo atado a la columna. Pedro Millán. 1451-1500. Bulto redondo en barro cocido. 188 x 48 x 49 cm. Museo de Bellas Artes. Sala I. Sevilla

Composición escultórica que representa a Cristo atado a la columna. La figura del Señor se encuentra apoyada ligeramente sobre el fuste del soporte vertical, con la pierna derecha ligeramente flexionada, de manera que se origina en la cadera del lado contrario una suave y delicada curva.

La columna es de estilo gótico, con capitel de cardina.

Detalle de cabeza y cuello

Tiene la cabeza inclinada y vuelta levemente hacia la izquierda. Tiene una fina y alargada nariz, los párpados medio caídos y la boca entreabierta. Presenta barba corta y bífida, modelada a base de pequeños rizos; cabello largo y rizado, que se extiende por la espalda, y ceñida alrededor de la cabeza lleva una gruesa y trenzada corona de espinas, marcándose éstas bajo la piel de la frente. La expresión y el gesto de su rostro, así como la postura con que se sostiene atado y echado sobre la columna, manifiestan la intensidad del dolor contenido y el recogimiento de su actitud.

Detalle de la cabeza

Aparece cubierto por el paño de pureza, configurado con numerosos pliegues angulosos. 

Detalle del paño de pureza

Tiene las manos atadas con una cuerda que desciende del cuello y cae sobre el fuste. 

Detalle de la cuerda

Detalle de las manos

Los pies aparecen apoyados por separado sobre el pedestal.

Detalle lateral de los pies

Detalle frontal de los pies

Por Andrés Carranza Bencano

 EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA

Cristo atado al Columna. Capilla del Museo.

Retablo de Cristo atado a la columna

Espléndida imagen manierista de Cristo atado a la columna o cristo flagelado, pieza procedente de la sala de profundis del antiguo cenobio mercedario, que fue realizado entre 1583 y 1585, atribuido a Jerónimo Hernández (ver).

La figura del Señor se encuentra apoyada ligeramente sobre el fuste del soporte vertical, con la pierna izquierda adelantada y ligeramente flexionada, de manera que se origina en la cadera del lado contrario una suave y delicada curva. 

Cristo atado a la columna 

Tiene la cabeza inclinada y vuelta levemente hacia la izquierda. Tiene una fina y alargada nariz, los párpados medio caídos y la boca discretamente entreabierta. Presenta barba corta y bífida, cabello largo y rizado, que se extiende por la espalda, dejando la oreja derecha al descubierto. Sobre la cabeza tres potencias.  La expresión y el gesto de su rostro, así como la postura con que se sostiene atado y echado sobre la columna, manifiestan la intensidad del dolor contenido y el recogimiento de su actitud.

Detalle del rostro de Cristo atado a la columna 

Detalle del rostro de Cristo atado a la columna 

Aparece cubierto por un gran paño de pureza, configurado con numerosos pliegues. 

Detalle del paño de pureza 

Detalle del paño de pureza y las manos

Tiene las manos atadas con una cuerda que las une y las fija al fuste. 

Detalle de las manos de Cristo atado a la columna

Los pies aparecen apoyados por separado sobre el pedestal, sobre el que se sitúa la corona de espinas.

Detalle de un pie de Cristo atado a la columna

Por Andrés Carranza Bencano