EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA
Cristo atado al Columna. Capilla del Museo.
Espléndida
imagen manierista de Cristo atado a la columna o cristo flagelado, pieza
procedente de la sala de profundis del antiguo cenobio mercedario, que fue
realizado entre 1583 y 1585, atribuido a Jerónimo Hernández (ver).
La figura del Señor se encuentra apoyada ligeramente
sobre el fuste del soporte vertical, con la pierna izquierda adelantada y ligeramente
flexionada, de manera que se origina en la cadera del lado contrario una suave
y delicada curva.
Cristo
atado a la columna
Tiene la cabeza inclinada y vuelta levemente hacia la
izquierda. Tiene una fina y alargada nariz, los párpados medio caídos y la boca
discretamente entreabierta. Presenta barba corta y bífida, cabello largo y
rizado, que se extiende por la espalda, dejando la oreja derecha al descubierto.
Sobre la cabeza tres potencias. La
expresión y el gesto de su rostro, así como la postura con que se sostiene
atado y echado sobre la columna, manifiestan la intensidad del dolor contenido
y el recogimiento de su actitud.
Detalle
del rostro de Cristo atado a la columna
Aparece cubierto por un gran paño de pureza, configurado
con numerosos pliegues.
Detalle
del paño de pureza
Detalle
del paño de pureza y las manos
Tiene las manos atadas con una cuerda que las une y las
fija al fuste.
Detalle
de las manos de Cristo atado a la columna
Los pies aparecen apoyados por separado sobre el pedestal,
sobre el que se sitúa la corona de espinas.
Detalle de un pie de Cristo atado a la columna
Por Andrés Carranza Bencano
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