martes, 23 de septiembre de 2025

 EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA

Cristo atado al Columna. Capilla del Museo.

Retablo de Cristo atado a la columna

Espléndida imagen manierista de Cristo atado a la columna o cristo flagelado, pieza procedente de la sala de profundis del antiguo cenobio mercedario, que fue realizado entre 1583 y 1585, atribuido a Jerónimo Hernández (ver).

La figura del Señor se encuentra apoyada ligeramente sobre el fuste del soporte vertical, con la pierna izquierda adelantada y ligeramente flexionada, de manera que se origina en la cadera del lado contrario una suave y delicada curva. 

Cristo atado a la columna 

Tiene la cabeza inclinada y vuelta levemente hacia la izquierda. Tiene una fina y alargada nariz, los párpados medio caídos y la boca discretamente entreabierta. Presenta barba corta y bífida, cabello largo y rizado, que se extiende por la espalda, dejando la oreja derecha al descubierto. Sobre la cabeza tres potencias.  La expresión y el gesto de su rostro, así como la postura con que se sostiene atado y echado sobre la columna, manifiestan la intensidad del dolor contenido y el recogimiento de su actitud.

Detalle del rostro de Cristo atado a la columna 

Detalle del rostro de Cristo atado a la columna 

Aparece cubierto por un gran paño de pureza, configurado con numerosos pliegues. 

Detalle del paño de pureza 

Detalle del paño de pureza y las manos

Tiene las manos atadas con una cuerda que las une y las fija al fuste. 

Detalle de las manos de Cristo atado a la columna

Los pies aparecen apoyados por separado sobre el pedestal, sobre el que se sitúa la corona de espinas.

Detalle de un pie de Cristo atado a la columna

Por Andrés Carranza Bencano

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