lunes, 4 de marzo de 2024

 PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA

Hallux Valgus

Mercurio y Argos. Pedro Pablo Rubens y taller.

Mercurio y Argos. Rubens, Pedro Pablo y taller. 1636-1638. Óleo sobre lienzo. 180 x 298 cm. Museo del Prado. Sala 079.

La decoración de la Torre de la Parada, un pabellón de caza ubicado en los montes de el Pardo cercanos a Madrid, en cuyo proyecto también participaron otros autores como Velázquez, fue el mayor encargo que Rubens recibió de Felipe IV.

Los trabajos serán ejecutados entre 1636 y 1638, trabajando en una buena parte el propio Rubens. Mientras que otro grupo de la serie seria realizado por sus ayudantes y pintores contratados expresamente para este proyecto, teniendo como punto de partida sus diseños.

Pues, para llevar a cabo un proyecto tan amplio, Rubens realizó pequeños bocetos sobre tabla, donde capta la esencia moral de las historias y las actitudes de los personajes. Estos bocetos sirvieron de base para la elaboración de los lienzos definitivos.

En 1700 se inventaría en la pieza tercera de la Torre de la Parada: “Otra pintura de cuatro varas, original de Rubens, tasada en 500 doblones”; según el inventario de 1747 se mantiene en el mismo lugar; en 1791 se traslada al cuarto del infante Javier en el Palacio Nuevo; en 1794 se encuentra en la antecámara del Rey. En el siglo XIX ingresó en el Museo del Prado procedente de las Colecciones Reales.

La mayor parte de las escenas narraban las pasiones de los dioses, según fueron descritas en las Metamorfosis del poeta romano Ovidio y otras fuentes clásicas.

En este cuadro se refiere la historia de “Lo”, una bella ninfa que fue seducida por el dios “Jupiter” que posteriormente la convirtió en vaca para esconderla de su esposa “Juno”.

Juno, sospechando la infidelidad de su marido, le solicitó la bella ternera como regalo.

Para que “Lo” fuese vigilada constantemente, “Juno” la puso al cuidado del gigante “Argos” poseedor de cien pares de ojos que nunca se cerraban al mismo tiempo.

“Jupiter” envió a “Mercurio” para que provocara un profundo sueño a “Argos” con su música y entonces poder cortarle la cabeza y liberar a “Lo”.

“Juno” en agradecimiento a “Argos” recogió los cien pares de ojos y los colocó en la cola del pavo real, su animal favorito.

Esta pintura representa el momento en el que el dios levanta con su brazo derecho una espada, que dirige hacia el cuello de Argos, el pastor de cien ojos encargado de vigilar la vaca en que había sido convertida la ninfa “Lo”.

Detalle del pie de Argos

Como en otras obras de Rubens destaca la morfología del pie de “Argos” que presenta un gran Hallux Valgus (Juanete).