EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS DE SEVILLA
Santísimo Cristo de Vera Cruz de Castilleja de Guzmán.
En Sevilla hay grandes Crucificados, y
algunos son desconocidos porque no procesionan o porque se si sitúan fuera
de la ciudad.
Este es el caso del Cristo de la Vera
Cruz de Castilleja de Guzmán (Sevilla), de la Parroquia de San Benito y Santo
Domingo de Guzmán.
La maravillosa imagen del Crucificado muerto en la Cruz es de estilo correspondiente a las últimas etapas del manierismo y las primeras del realismo barroco.
Es
la época de esplendor de la escultura sevillana, sobre todo en la imaginería de
los Cristos Crucificados.
Este Crucificado esta atribuido al
clérigo imaginero Juan Gómez hacia 1618, por el gran parecido que tiene con el
Cristo de la misma advocación de la Iglesia de la Campana (Sevilla).
La obra de este
escultor está influida por el estilo de Juan Martínez Montañés, del que
posiblemente fuera discípulo durante su estancia en Sevilla.
Se presenta
sobre una cruz arbórea con la placa del INRI en Arameo, Griego y Latín.
Detalle del INRI
Como henos comentado es un crucificado muerto, cuya cabeza cae de forma
rotunda sobre el pecho.
Detalle de la cabeza
El rostro presenta una gran dulzura, como manifestación perfecta de la
misericordia del redentor, que atrae por su serenidad perdonadora.
Destaca la abundante
barba bífida y la boca entreabierta dejando ver los dientes.
De manera muy original presenta un mechón de cabello que deja la oreja
al descubierto y cae en el lado derecho
hasta apoyarse en el pecho y unos pequeños regueros de sangre que salen de las
fosas nasales.
Detalle del rostro
Detalle de los regueros de sangre de las fosas nasales
Durante la restauración realizada, en el taller de Pedro Manzano, se han descubierto lágrimas policromadas en la mejilla, saliendo del ojo derecho del Señor.
Este hecho es poco muy común en la imaginería en Sevilla y más usual en Málaga,
donde estuvo viviendo Gómez, lo que podría ayudar para apoyar la teoría sobre la
autoría de la talla.
Detalle de las lagrimas
Las manos están fijadas por clavo a nivel de
las palmas, con los brazos casi horizontales, lo que no correspondería con un Cristo
muerto, en el que el vencimiento del peso del cuerpo aumenta la verticalidad de
la posición de los brazos.
Detalle del brazo y de la mano izquierda
Detalle de la mano con el clavo en la palma
El paño de pureza
constituye otra originalidad de esta imagen, pues se entrecruzan los pliegues, con una gran maestría, de un modo distinto al de otros
crucificados, y los paños están estofados en la parte delantera como signo de
originalidad arcaizante.
Detalle del Paño de Pureza
Los pies están fijados con un solo clavo con el pie derecho sobre el
izquierdo.
Detalle frontal de los pies
Detalle lateral de los pies
Por Andrés Carranza Bencano