EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS DE SEVILLA
Santísimo Cristo de Buena Muerte. Iglesia de los Terceros.
Cristo de la Buena
Muerte
En la iglesia de Nuestra Señora de
Consolación o de los Terceros, a los pies de la nave, en el lado del Evangelio,
cuelga un Crucificado de tamaño natural con la advocación del Cristo de la Buena Muerte.
Se trata de una talla anónima de
principios del siglo XVIII, que algunos lo atribuyen a Juan de Mesa (ver), aunque presenta
varias características que no concuerdan con su estilo.
Fue encargada por una cofradía,
fundada en 1742 por los terceros, llamada Confraternidad de la Vía
Sacra, que existió entre mediados del siglo XVIII y finales del
XIX.
Esta imagen
presidia el Vía Crucis que cada noche realizaban los franciscanos por los
distintos claustros de su convento, lo que hoy es sede de EMASESA, excepto los
viernes que lo hacían a extramuros, y en algunas ocasiones especiales que
llegaban hasta el templete o humilladero de la Cruz del Campo.
Cristo dela Buena
Muerte
Se trata de un cristo muerto. El rostro del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, muestra toda la paz
que debe llevar la advocación de Buena Muerte, dando una sensación de descanso
eterno después de un gran sufrimiento. El rostro de Cristo da la sensación de
serenidad y aceptación de su propia muerte.
La cabeza esta desprovista de la
corona de espina lo que hace más evidente las heridas de las espinas de la
frente, dejando más al descubierto la cabeza.
Las cejas se presentan discretamente fruncidas por la
tensión del dolor. Los ojos están totalmente cerrados. La nariz afilada. Los
pómulos muy marcados. La boca entreabierta, con labios carnosos. La barba es
frondosa y el cabello ondulado cae sobre los dos lados cubriendo ambas orejas.
El cuello está totalmente flexionado apoyándose en el pecho
con mínima desviación a la derecha.
Detalle del rostro
Los brazos están totalmente estirados, pero perpendiculares al cuerpo lo que no es lógico en un cuerpo muerto.
Las manos,
fijadas por clavos a nivel de las palmas, presentan signos de rigor mortis.
Detalle de los
brazos
El torso del Cristo presenta la herida
de la lanza de Longinos y de ella brota escasa cantidad de sangre que cae hacia
el torso sin llegar al sudario.
El sudario o paño de pureza, está anudado a
través de una cuerda muy visible en la parte derecha del Cristo, con amplios
pliegues y bastante tela sobrante, tanto en la parte derecha como en la
izquierda, recogida en dos moños laterales, dejando al
descubierto la cadera derecha.
Detalle del paño de
pureza
Hecho destacable es la colocación de los pies que se cruzan en lugar de disponerse en paralelo. La pierna derecha pasa por delante de la izquierda, creando una tensión evidente entre ambas.
Se observa la presencia de 4 clavos (1 en cada mano, 2 en los
pies), en relación con la visión de Santa Brígida, monja sueca, cuyas
revelaciones fueron recogidas en los tratados de Francisco Pacheco (ver).
Vista frontal de los
pies
Vista lateral de los
pies
Por Andrés Carranza Bencano