EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
MILAGROS
La Resurrección de Lázaro. Van Goght.
Esta pintura es
una reinterpretación de la obra original de Rembrandt, de alrededor de 1632,
que representa el milagro de la Resurrección de Lázaro, en la que, curiosamente
omite la imagen de Cristo y de los transeúntes.
Van Gogh creó esta obra mientras estaba ingresado en 1888 en
el hospital psiquiátrico de Saint-Paul-de-Mausole en Francia, donde se
encontraba en tratamiento por sus problemas mentales, después de sus primeros
ataques nerviosos.
La pintura fue una forma de expresar su fe y su esperanza en
la vida después de la muerte.
Se cree que Van Gogh se retrató a sí mismo como Lázaro, lo
que sugiere que se identificaba con el personaje bíblico que había sido traído
de vuelta a la vida, y el rostro
de Lázaro refleja el gigantesco esfuerzo que tiene que hacer Vincent para
recuperarse de su desaliento y de su miedo. Según Walther y Metzger, "su rostro coincide con el de la figura
bíblica que, al igual que el propio Jesucristo, había pasado por la
muerte".
Las dos mujeres pueden representar la necesidad de
afecto femenino. Según unos
autores pueden referirse a su madre y a su hermana, pero otros autores comparan
a María y Marta, las dos hermanas de Lázaro, con las dos mujeres que lo habían
ayudado durante su recuperación. Marie Ginoux (con cabello oscuro) y Augustine
Roulin (con el vestido verde).
La ausencia de
la imagen de Jesús da lugar a diversas interpretaciones.
Jean Leymarie
interpreta que la sustitución de Cristo por el Sol es una expresión del
paganismo de Van Gogh.
Hulsker
considera que Cristo no está presente en el cuadro por respeto de Van Gogh a
Jesús, a quien no quería pintar sin modelo.
Kodera
estima que al sustituir un elemento religioso por un elemento de la Naturaleza
Van Gogh se introduce en el proceso de "naturalización" de su obra.
Ronald
de Leeuw, en su obra Van Gogh en el Van Gogh Museum, en la edición de 1997,
dice: "Llama la atención que
en el lugar en el que en el aguafuerte de Rembrandt aparece representado
Jesucristo, en la composición de Van Gogh figure el disco solar". Debe
ser un lapsus o un error de traducción, ya que en el lugar donde Van Gogh sitúa
el disco solar no está Cristo, sino otras personas detrás de las cuales existe
una fuente de luz que podría ser el sol.
Pero, también
la presencia del sol naciente puede tener un significado simbólico en relación
con un nuevo amanecer, de un nuevo día, de una nueva vida, de un volver a
empezar.
Van Gogh
describió la pintura en una carta a su hermano Theo fechada, aproximadamente,
el 2 de mayo de 1890: “El hombre muerto y sus dos hermanas. La cueva y el
cadáver son violetas, amarillos, blancos. La mujer que quita la tela de la cara
del resucitado tiene un vestido verde y cabello naranja, la otra tiene cabello
negro y ropa a rayas. Verde y rosa. Detrás de ella campos, colina azul, un sol
amarillo naciente. La combinación de colores debe hablar por sí misma dela
misma manera que el clarooscuro del grabado”.