jueves, 6 de junio de 2024

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

MILAGROS 

La Resurrección de Lázaro. Van Goght.



La resurrección de Lázaro. Van Goght. 1890. Óleo sobre lienzo. 50 x 65 cm. Van Gogh Museum. Amsterdam. (CC BY 3.0)

Esta pintura es una reinterpretación de la obra original de Rembrandt, de alrededor de 1632, que representa el milagro de la Resurrección de Lázaro, en la que, curiosamente omite la imagen de Cristo y de los transeúntes.

Van Gogh creó esta obra mientras estaba ingresado en 1888 en el hospital psiquiátrico de Saint-Paul-de-Mausole en Francia, donde se encontraba en tratamiento por sus problemas mentales, después de sus primeros ataques nerviosos.

La pintura fue una forma de expresar su fe y su esperanza en la vida después de la muerte.

Se cree que Van Gogh se retrató a sí mismo como Lázaro, lo que sugiere que se identificaba con el personaje bíblico que había sido traído de vuelta a la vida, y el rostro de Lázaro refleja el gigantesco esfuerzo que tiene que hacer Vincent para recuperarse de su desaliento y de su miedo. Según Walther y Metzger, "su rostro coincide con el de la figura bíblica que, al igual que el propio Jesucristo, había pasado por la muerte".

Las dos mujeres pueden representar la necesidad de afecto femenino. Según unos autores pueden referirse a su madre y a su hermana, pero otros autores comparan a María y Marta, las dos hermanas de Lázaro, con las dos mujeres que lo habían ayudado durante su recuperación. Marie Ginoux (con cabello oscuro) y Augustine Roulin (con el vestido verde). 

La ausencia de la imagen de Jesús da lugar a diversas interpretaciones.

Jean Leymarie interpreta que la sustitución de Cristo por el Sol es una expresión del paganismo de Van Gogh.

Hulsker considera que Cristo no está presente en el cuadro por respeto de Van Gogh a Jesús, a quien no quería pintar sin modelo.

Kodera estima que al sustituir un elemento religioso por un elemento de la Naturaleza Van Gogh se introduce en el proceso de "naturalización" de su obra.

Ronald de Leeuw, en su obra Van Gogh en el Van Gogh Museum, en la edición de 1997, dice: "Llama la atención que en el lugar en el que en el aguafuerte de Rembrandt aparece representado Jesucristo, en la composición de Van Gogh figure el disco solar". Debe ser un lapsus o un error de traducción, ya que en el lugar donde Van Gogh sitúa el disco solar no está Cristo, sino otras personas detrás de las cuales existe una fuente de luz que podría ser el sol.

Pero, también la presencia del sol naciente puede tener un significado simbólico en relación con un nuevo amanecer, de un nuevo día, de una nueva vida, de un volver a empezar.

Van Gogh describió la pintura en una carta a su hermano Theo fechada, aproximadamente, el 2 de mayo de 1890: “El hombre muerto y sus dos hermanas. La cueva y el cadáver son violetas, amarillos, blancos. La mujer que quita la tela de la cara del resucitado tiene un vestido verde y cabello naranja, la otra tiene cabello negro y ropa a rayas. Verde y rosa. Detrás de ella campos, colina azul, un sol amarillo naciente. La combinación de colores debe hablar por sí misma dela misma manera que el clarooscuro del grabado”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario