PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA
Pie griego
Juicio Final. Martin de Vos.
Juicio Final. Martin de Vos. 1570. Óleo sobre tabla. 2'63 x
2'62 m. Procedente del Convento de San Agustín de Sevilla, tras la
Desamortización (1840). Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala II.
San Francisco a la izquierda
San Agustín a la derecha
Juicio Final en el centro
En el cuadro del
“Juicio Final” se observan dos áreas muy diferentes, en la parte superior se
representa una Gloria Celestial con Cristo juzgando en el centro y la Virgen y
San Juan a cada uno de sus lados.
Los rodean
santos y ángeles con las trompetas del juicio final.
Más al fondo se advierte la
corte de los santos y bienaventurados.
Área superior del Juicio Final
La
zona inferior, en la que se representa el espacio terrenal con los condenados a
la derecha, con gestos convulsos y contorsionados, que están siendo engullidos
por unas fauces, conducidos por los demonios a las profundidades infernales, y
los bienaventurados, con actitudes serenas, que resucitan a la izquierda.
Área inferior del Juicio Final
Área inferior-Izquierda del Juicio Final con los
bienaventurados
Área inferior-derecha del Juicio Final con los condenados
Área central del Juicio Final
En
genera destacan los estudios corporales que tienden a la belleza y armonía
expresiva, se muestran abundantes y sensuales
desnudos, a la derecha los demonios cogen a los condenados para conducirlos al
infierno, a la izquierda los bienaventurados esperan para subir a la Gloria.
Detalle de los condenados
Detalle de los bienaventurados
Francisco Pacheco en su libro “El Arte de la Pintura”
recoge, que, por la sensualidad de esta pintura, más de un religioso se
alteraba al celebrar misa ante él.
"...cierto religioso pío y grave de la Orden
de San Agustín me contó, siendo ya obispo, que celebrando un día ante un famoso
cuadro de esta historia, el Juicio Final que está en su convento, en Sevilla,
de mano de Martin de Vos, valiente pintor flamenco, acabado el año 1570,
estando a la mitad de la misa, levantó los ojos y vio una figura frontera de
mujer con harta belleza, pero más descompostura, y fue tanta la fuerza que hizo
a su imaginación, que se vio a punto de perderse, hallándose en el mayor
aprieto y aflicción de espíritu que jamás tuvo. Y por haber navegado a las
Indias, afirmaba con encarecimiento, que tomara antes estar en el Golfo de la
Bermuda en una tempestad deshecha, que, en tal paso, y cobró miedo al cuadro,
que no se atrevió jamás a ponerse en semejante ocasión, y que tenía tan
presente el caso, que habiendo pasado algunos años, aún le duraba el
temor."
Detalle de un bienaventurado en la zona más inferior de
la composición
Destaca uno de los bienaventurados con la
morfología de su ante pie que corresponde claramente a un tipo de pie griego
con el primer dedo más corto que el segundo.
Detalle del pie griego
Esquema de la morfología del antepie
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