domingo, 10 de diciembre de 2023

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Entierro de Cristo. Cristóbal de Morales. 

Entierro de Cristo. Cristóbal de Morales. Hacia 1525. Óleo sobre tabla. 177 x 124 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala II. Procede del Convento Madre de Dios.

La pintura representa el momento en el que el cuerpo de Jesús es depositado en el Santo Sepulcro.

Destaca la figura de san Juan Evangelista en el extremo superior que sujeta el cuerpo inerte de Cristo. 

Detalle de san Juan junto a Jesús

En el otro extremo aparece María Magdalena que con gesto llorosos le besa los pies.

Detalle de María Magdalena

La virgen con semblante sereno, aparece en el centro de la composición, sosteniendo con el brazo derecho la cabeza de su hijo. 

Detalle de la Virgen sujetando la cabeza de Jesús

Destaca la figura de José de Arimatea vestido a la moda de la época en que se realiza la obra. Su elegante indumentaria indica que se trata de un personaje relevante. Aparece sujetando la rodilla y la mano de Cristo.

Dado que esta obra se pintó en fechas cercanas a la boda de Carlos V con Isabel de Portugal, en 1525 en el Real Alcázar de Sevilla, hay autores que sugieren que este rey está representado por José de Arimatea.

Detalle de José de Arimatea

Jesús se muestra sin corona, pero con los signos sanguíneos de la misma. El cuerpo se presenta en total laxitud con la mano derecha apoyada con regueros de sangre que descienden desde el codo y manchan la sabana. Igualmente, sangra la herida del costado y la sangre cae sobre el paño de pureza.

Detalle de Jesús

En la parte superior de la composición se abre un dilatado paisaje en el que se describe el monte Calvario en el momento en que se ha producido el descendimiento de Cristo de la cruz y dos santos varones transportan su cuerpo en una sábana; varios soldados a caballo y algunos sayones contemplan la escena que se recorta sobre un fondo de lejanía, en el que el artista ha representado una ciudad alusiva a Jerusalén. El contraste de tamaño de las figuras del fondo con la escena principal permite marcar la perspectiva y dar profundidad a la composición, recurso ampliamente utilizado en la Escuela Flamenca.

Detalle del Calvario

Por último, en la parte inferior de la escena, encontramos los atributos propios de la Pasión de Cristo, como un martillo, clavos, tenazas sí como un tarro de perfume, tradicional atributo iconográfico asociado a la figura de María Magdalena.

Detalle de los atributos de la Pasión

Destaca el gran simbolismo de Magdalena besando los pies cianóticos de Jesucristo como signo de humildad y reverencia (ver).    

Detalle de María Magdalena besando los pies de Jesús

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

ENTIERRO 

Entierro de Cristo. Cristóbal Morales.

Entierro de Cristo. Cristóbal de Morales. Hacia 1525. Óleo sobre tabla. 177 x 124 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala II. Procede del Convento Madre de Dios.

La pintura representa el momento en el que el cuerpo de Jesús es depositado en el Santo Sepulcro.

Destaca la figura de san Juan Evangelista en el extremo superior que sujeta el cuerpo inerte de Cristo. 

Detalle de san Juan junto a Jesús

En el otro extremo aparece María Magdalena que con gesto llorosos le besa los pies.

Detalle de María Magdalena

La virgen con semblante sereno, aparece en el centro de la composición, sosteniendo con el brazo derecho la cabeza de su hijo. 

Detalle de la Virgen sujetando la cabeza de Jesús

Destaca la figura de José de Arimatea vestido a la moda de la época en que se realiza la obra. Su elegante indumentaria indica que se trata de un personaje relevante. Aparece sujetando la rodilla y la mano de Cristo.

Dado que esta obra se pintó en fechas cercanas a la boda de Carlos V con Isabel de Portugal, en 1525 en el Real Alcázar de Sevilla, hay autores que sugieren que este rey está representado por José de Arimatea.

Detalle de José de Arimatea

Jesús se muestra sin corona, pero con los signos sanguíneos de la misma. El cuerpo se presenta en total laxitud con la mano derecha apoyada con regueros de sangre que descienden desde el codo y manchan la sabana. Igualmente, sangra la herida del costado y la sangre cae sobre el paño de pureza.

Detalle de Jesús

En la parte superior de la composición se abre un dilatado paisaje en el que se describe el monte Calvario en el momento en que se ha producido el descendimiento de Cristo de la cruz y dos santos varones transportan su cuerpo en una sábana; varios soldados a caballo y algunos sayones contemplan la escena que se recorta sobre un fondo de lejanía, en el que el artista ha representado una ciudad alusiva a Jerusalén. El contraste de tamaño de las figuras del fondo con la escena principal permite marcar la perspectiva y dar profundidad a la composición, recurso ampliamente utilizado en la Escuela Flamenca. 

Detalle del Calvario

Por último, en la parte inferior de la escena, encontramos los atributos propios de la Pasión de Cristo, como un martillo, clavos, tenazas sí como un tarro de perfume, tradicional atributo iconográfico asociado a la figura de María Magdalena.

Detalle de los atributos de la Pasión

Destaca el gran simbolismo de Magdalena besando los pies cianóticos de Jesucristo como signo de humildad y reverencia (ver).  

Detalle de María Magdalena besando los pies de Jesús

SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Piedad. Luis de Vargas.

Retablo de la Piedad de Luis de Vargas. 1564. Iglesia Santa María La Blanca. Sevilla

La composición la centra una magnífica Piedad, una de las cumbres del arte renacentista en Sevilla: “Un amigo me comentó al ver esta obra que más que una Piedad, aunque así se llame la obra, parece más bien escenificar el Llanto Sobre Cristo Muerto”.

Este cuadro es la última obra conocida de Luís de Vargas, pintor nacido y formado en Sevilla. Su obra, muy influenciada por los maestros italianos de la época, es el mejor ejemplo de la tendencia rafaelista en la pintura hispalense durante el segundo tercio del siglo. 

Detalle de la Piedad. Óleo sobre tabla

En ella se representa a Cristo yacente rodeado por las tres Marías y San Juan.

Detalle de las caras de Jesús, La Virgen, San Juan, María de Cleofás y María Magdalena

Gran simbolismo de Magdalena besando los pies cianóticos de Jesucristo como signo de humildad y reverencia (ver) 

Detalle de María Magdalena besando los pies cianóticos de Jesús

El origen de la costumbre de besar los pies procede de Oriente y en el Imperio Aqueménida era la forma de venerar al Emperador de los Persas.

Tras la invasión de Alejandro Magno (331 a. C), los griegos traen esta costumbre a Occidente, consolidándose en el Imperio Romano como forma de veneración al Emperador. 

Esta costumbre se mantuvo en el Imperio Romano de Oriente o Bizantino hasta su caída en 1453.

Esta forma de mostrar respeto se daba igualmente en la Edad Media, pues los vasallos juraban fidelidad a los nobles. 

En el Occidente Medieval, el Papa Constantino I introdujo esta costumbre en el ceremonial pontificio en el año 709, para jurar obediencia al Papa, pero esta costumbre fue abolida por San Juan XXIII en los años 50 del siglo XX. 

Así, en la época de Jesús era una tarea que se consideraba humillante y que solo la realizaban los esclavos o los sirvientes y Cristo la convirtió en una señal de humildad cuando, en la última Cena, besó los pies de los Apóstoles, luego de lavárselos.

El Beato Papa Pablo VI, el 14 de septiembre de 1975, recibió al Patriarca Melitón de Calcedonia, en representación de toda la Ortodoxia, y tras abrazarlo se arrodilló y le besó los pies en señal de humildad y reverencia para toda la Iglesia Ortodoxa.   

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

PIEDAD

Piedad. Luis de Vargas.

Retablo de la Piedad de Luis de Vargas. 1564. Iglesia Santa María La Blanca. Sevilla

La composición la centra una magnífica Piedad, una de las cumbres del arte renacentista en Sevilla, que encandilará al espectador nada más situarse frente a ella. “Un amigo me comentó al ver esta obra que más que una Piedad, aunque así se llame la obra, parece más bien escenificar el Llanto Sobre Cristo Muerto.


Detalle de la Piedad. Óleo sobre tabla

Esta tabla, junto con otras dos dedicadas a San Juan Bautista y San Francisco, forma el retablo de la Piedad de la Iglesia de Santa María la Blanca.

En ella se representa a Cristo yacente rodeado por las tres Marías y San Juan.


Detalle de las caras de Jesús, La Virgen, San Juan. María de Cleofás y María Magdalena

Gran simbolismo de Magdalena besando los pies cianóticos de Jesucristo como signo de humildad y reverencia.  


Detalle de María Magdalena besando los pies cianóticos de Jesús

Como fondo del cuadro, aparece un paisaje donde se representa el Calvario y el Entierro de Cristo. 

En el ángulo superior derecho se representa el Calvario

Este cuadro es la última obra conocida de Luís de Vargas, pintor nacido y formado en Sevilla. Su obra, muy influenciada por los maestros italianos de la época, es el mejor ejemplo de la tendencia rafaelista en la pintura hispalense durante el segundo tercio del siglo. 


 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

PIEDAD

La Piedad. El Greco.

Aunque no se menciona explícitamente en los evangelios canónicos , la Piedad fue un tema muy popular en el arte cristiano, especialmente en el arte gótico  tardío, el Renacimiento y el Barroco.

 Consiste en la representación de la Virgen María sosteniendo el cuerpo muerto de Jesucristo en su regazo.

La cercanía de María a la Cruz después de la Crucifixión se infiere del Evangelio de Juan​ y la profecía del anciano Simeón en el templo de Jerusalén.

La Virgen María está pintada con un gran patetismo, y su rostro, casi de perfil, forma con el cuello un triángulo invertido. Viste un manto azul oscuro con semejanza a el Expolio (ver) y al Entierro del Conde de Orgaz. 

Detalle de la cara de la Virgen

José de Arimatea lleva una túnica verde y un mantón marrón dorado. Se presenta en un forzado escorzo que le presta un gran efecto dinámico, frente a las otras figuras que muestran quietud, silencio, patetismo e interiorización del drama.

Detalle de José de Arimatea

María Magdalena lleva un corpiño blanco con una falda de color lavanda y manto también de color lavanda, sobre el que derrama su cabello rubio. Con su mano sostiene la mano taladrada de Jesús. 

Detalle de María Magdalena

La figura de Jesús es una derivación del de la Piedad de Miguel Ángel. Está representado paralelo al plano del lienzo. La mano derecha cae fláccidamente hacia el plano inferior. El brazo izquierdo se extiende a lo largo del cuerpo. 

Detalle de Jesucristo muerto

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

PIEDAD

Piedad. El Greco.

Piedad. Greco. 1571-1573. Óleo sobre tabla. 28.9 x 20 cm. Museo de Arte de Filadelfia

El Greco sustituye a José de Arimatea por la Virgen, que ayudada por María Magdalena y San Juan, de espalda, sostienen el cuerpo inerte de Cristo, con la flaccidez correspondiente a las primeras horas de la muerte. 

Entre todos componen un perfecto triángulo, cerrado y compacto que se proyecta sobre un árido paisaje, son las tres cruces del Calvario al fondo y un cielo que acentúa el presagio mortal.


Detalle de la Piedad

Detalle de la Virgen

Detalle de María Magdalena

Detalle de los pies de Jesús