PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA
Hallux Valgus
San Juan Bautista en el desierto. Bartolomé Esteban Murillo.
San Juan Bautista en el desierto. Murillo, Bartolomé Esteban.
1665-1666. Óleo sobre lienzo. 197 x 116 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Sala V. Procede de la Iglesia del Convento de los Capuchinos
Sobre un fondo de paisaje, aparece la figura de san Juan Bautista,
aislado y como anacoreta (persona que vive en un lugar solitario, dedicado a la
contemplación y a la penitencia) en el desierto, de pie y mirando hacia el
cielo como pidiendo a Dios poder cumplir bien su misión de anunciar al Mesías.
Su indumentaria viene referida en los evangelios, así viste una túnica
corta o sayo o áspero cilio tejido de pelo de camello, que le cubre hasta la
mitad de las piernas y los brazos, y un ceñidor de piel de cabra a la cintura.
Sobre la túnica porta un mantón rojo como símbolo de su glorioso martirio.
Entre sus manos lleva una cruz de cañas con una filacteria (la cinta con
inscripción que aparece al final de la cruz) en la que figura la inscripción:
Ecce Agnus Dei (este es el cordero de Dios).
Precisamente en la parte inferior se puede se puede contemplar a un
cordero que es al mismo tiempo símbolo de san Juan y de Cristo, pues es
considerado por los evangelistas el último de los profetas que anunció la
venida del Mesías, por lo que su atributo personal y constante es el Agnus Dei
o Cordero Divino.
De mediana
edad, con barba larga y cabello desgreñado, su rostro y su cuerpo acusan los
rigores de la vida de penitencia en desierto.
Sus pies
descalzos y con deformidad en Hallux Valgus nos muestran su humildad y pobreza.