viernes, 19 de enero de 2024

 PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA

Alteraciones de los dedos

San Jerónimo  Penitente. Pietro Torrigiano.

San Jerónimo. Pietro Torrigiano. Hacia 1525. Barro cocido y policromado.224 x 126 x 160 cm. Museo de Bellas Artes. Sala II. Sevilla


Obra realizada por encargo de la comunidad del monasterio de san Jerónimo de Buenavista (Sevilla).

Según su biógrafo Vasari, el escultor (ver) tomó como modelo un viejo criado de los comerciantes florentinos Botti, afincados en Sevilla.

La escultura presenta una anatomía perfecta del cuerpo de un anciano, realizada en tamaño mayor del natural. 

San Jerónimo. Pietro Torrigiano. Hacia 1525. Barro cocido y policromado.224 x 126 x 160 cm. Museo de Bellas Artes. Sala II. Sevilla

Impresiona la expresividad de su magnífica cabeza.

Detalle de la cabeza

El santo (ver) dirige la mirada hacia la cruz que porta con su mano izquierda, símbolo del sacrificio de Jesús de Nazaret para la redención de los hombres.

Detalle de la Cruz en la mano izquierda

En la mano derecha lleva una piedra que le servía para martirizarse, a golpes en el pecho, por sus pecados.

Detalle de la piedra en la mano derecha

Tenía un sueño que le martirizaba, pues se trataba de mujeres desnudas que bailaban en su entorno.

Un paño le cubre la parte inferior del cuerpo desde las caderas, dejando ver la pierna derecha.

La rodilla derecha está flexionada a 90º con el pie en apoyo plantígrado.

La rodilla izquierda descansa en tierra y destaca la posición del pie con una gran flexión de las articulaciones meta-tarsofalangicas, especialmente la del dedo gordo.

Visión externa del pie izquierdo

Visión interna del pie izquierdo

Torrigiano sentó un precedente con esta imagen, pues esta iconografía del santo ha sido repetida, a partir de entonces, por numerosos autores. 

PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA

Pie egipcio

El vendedor de bebidas. Pedro Núñez de Villavicencio.


Vendedor de bebidas. Núñez de Villavicencio, Pedro. 1694. Óleo sobre lienzo. 1,60 x 0,89 cm. Museo de Bellas Artes. Sevilla. Sala VI


La pintura nos muestra un joven pobremente vestido que se arrodilla para servir una bebida, posiblemente la popular aloja, de una vasija de metal al vaso de cristal de una niña que le entrega una moneda y dirige su mirada al espectador.

La vestimenta de este segundo personaje, más rica y cuidada, nos habla de una clase social superior.

Detalle de la cara del vendedor

Detalle de la cara del comprador

Detalle del vaso

Detalle de la moneda

El pintor (ver) realiza un retrato realista de lo cotidiano, plasmado en una venta ambulante de bebida. Sigue así la estela de su maestro Murillo, que realiza escenas de genero de alto contenido moralizante y de crítica social, principalmente por encargo de la clientela flamenca residente en Sevilla.

Pedro Núñez de Villavicencio ubica la escena en un exterior natural indeterminado lejos de los ambientes tenebristas de Caravaggio, de Velázquez o de Herrera el Viejo.

Detalle el pie del vendedor

Destaca, en primer plano, el pie desnudo del vendedor con la morfología del antepie de tipo egipcio, con el primer dedo más largo que el segundo

Esquema de la morfología del antepie