sábado, 11 de febrero de 2023

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Visita de Napoleón a los apestados en Jaffa. Antoine-Jean Gros. 



El cuadro es un encargo de Napoleón para hacerse publicidad en Francia. El tema que escogió Gros para la glorificación del nuevo regente de Francia, lo extrajo de la campaña militar de Oriente Próximo, justo en el momento en el que Napoleón acude a visitar a los soldados franceses que habían sido víctima de una epidemia de peste bubónica en Jaffa, durante la estancia del ejército en Siria en marzo de 1799.

La peste de Jaffa fue descrita por Dominique Jean Larrey, cirujano jefe del ejército francés, que describió los síntomas del brote epidémico que causaba la muerte diaria de una decena de soldados.

Los primeros casos de la epidemia que afectó a las tropas de Bonaparte aparecieron durante la penosa travesía del desierto que tuvieron que realizar para escapar del hostigamiento al que les estaban sometiendo los ingleses, por un lado, y los otomanos por otro.

A principios de 1799, en la ciudad de Jaffa (Actualmente pertenece a Israel) a orillas del Mediterráneo, los servicios sanitarios franceses tuvieron que organizar la asistencia de la ingente cantidad de soldados afectados por la epidemia.

El cuadro, claro ejemplo de pintura puesta al servicio de la propaganda política, muestra a Napoleón rodeado de enfermos en el patio de una mezquita, que se había convertido en improvisado hospital de campaña.

Napoleón se sitúa en el centro de la composición, bajo un arco ojival, para realzar y destacar su figura en el lienzo. Se representa valiente y compasivo palpando el bubón axilar de un enfermo, en contraste con la actitud y cobarde de sus dos oficiales acompañantes, que intentan apartarlo del contacto con los enfermos para evitar su exposición al contagio.

A la izquierda de Bonaparte, detrás, en un lugar discreto, se ve parte del rostro del médico (unos dicen que se trata de Desgenettes, otros que era el cirujano Masclet). A la derecha del general, su ayudante de campo, se tapa la boca y la nariz con un pañuelo

El resto de afectados están diseminados, en un primer plano, por los laterales y la zona inferior del cuadro, tirados por el suelo y postrados. Algunos de ellos están siendo atendidos por médicos ataviados con los típicos trajes árabes, como el enfermo arrodillado que mira con gesto de desfallecimiento a Napoleón, justo en el momento en el que un cirujano le produce una incisión en la axila, zona en la que se localiza la adenopatía bubónica.

En cuanto a la arquitectura de la escena, sin olvidar situar en lo más alto la bandera francesa como prueba de su dominio sobre la ciudad, se puede saber, por la forma del patio, las arquerías, y el minarete posterior, que se trata seguramente del patio de abluciones de alguna mezquita en Jaffa.

René-Nicolas Dufriche, más conocido como Desgenettes fue el medico jefe del ejército de Napoleón y además de las heridas de guerra tuvo que combatir contra la viruela, el escorbuto, la conjuntivitis, la disentería y otras enfermedades que, como era común en la época, se llamaban con el nombre genérico de “fiebres”.

Ante el grave problema de los enfermos de peste, Napoleón sugiere a Desgenettes, en presencia del general Berthier, su Jefe de Estado Mayor, que se acortara la vida de los enfermos administrándoles altas dosis de opio, a lo que el médico se negó al considerar “Mi deber es mantenerlos con vida“. 

Pero, a espaldas de Desgenettes y de acuerdo con el farmacéutico jefe, Roger, los apestados recibieron dosis letales de láudano (un preparado compuesto de opio y otras sustancias) que provocó una muerte masiva, que fue atribuida al incendio que, precisamente, se declaró en el lugar donde estaban concentrados y del que se puede sospechar la influencia oculta de Napoleón.

Finalmente destacamos el simbolismo de los pies descalzos como muestra de la miseria de los pobres enfermos, frente a las botas de los militares.