domingo, 19 de noviembre de 2023

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

FLAGELACIÓN

La flagelación. Alejo Fernández. 


La flagelación fue el inicio del martirio de Jesús, es ampliamente contemplada en el arte, y los artistas suelen enfocarse en la fealdad de los soldados, la fealdad como símbolo de maldad frente a la belleza como imagen de la bondad.

Los personajes de esta obra se insertan con cierta torpeza en una arquitectura inspirada en parte en un grabado de Donato Bramante

En el patio de un palacio parcialmente en ruinas, Cristo está atado a la columna, rodeado por tres sayones que lo flagelan y uno más que le tira del pelo. 

Detalle de la flagelación

A la derecha, hay un soldado romano que lleva la túnica de Jesús sobre la armadura y la vara que le impusieron como cetro.


Detalle del soldado

En el ángulo inferior derecho, un ciego que representa la ceguera simbólica de los judíos (Juan 9, 39-41).


Detalle del ciego

En el lado izquierdo algunos de judíos discuten entre sí.


Detalle de los judíos

En la terraza, encima de los arcos de medio punto, Poncio Pilatos y un grupo de personas contempla la escena de la flagelación.


Detalle de Poncio Pilato

Siempre vemos a Jesús descalzo. 

En los Evangelios no se refiere si Jesús caminó hasta el calvario con o sin calzado, como muestra todas las representaciones artísticas.

En la mayoría de las religiones, la exposición de los pies es considerada como señal de humildad, pero también simbolizan el estatus divino, pues andar descalzos requiere una resistencia sobrehumana al dolor.

Detalle de los pies

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

FLAGELACIÓN

La flagelación de Cristo. Caravaggio. 

La flagelación de Cristo. Caravaggio. 1607. Óleo sobre lienzo. 286 x 213 cm. Museo de Capodimonte. Nápoles

La obra fue encargada por la familia di Franco (o de Franchis) para la capilla de la iglesia de San Domenico Maggiore. En 1972, La flagelación de Cristo fue trasladada al Museo de Capodimonte.

La flagelación era un tema muy popular dentro del arte religioso de la época, y también dentro de la práctica religiosa contemporánea, pues la iglesia fomentaba la autoflagelación como medio para que los creyentes pudiesen tomar parte del sufrimiento de Cristo.

La pintura se organiza en torno a la columna a la que está atado Cristo que aparece colgando. Destaca el aspecto robusto de Jesús, musculado y ancho, con el abdomen discretamente prominente.

Detalle de Jesús

El personaje o torturador de la izquierda sostiene firmemente el cabello de Cristo en su puño.


Detalle del verdugo de la izquierda que coge el pelo de Jesús con la mano izquierda

Detalle de la cara

El de la derecha se sitúa detrás de la columna y está pateándole detrás de la rodilla.

Detalle del verdugo de la derecha

En un primer plano y a la izquierda se sitúa inclinado el tercer verdugo.


Detalle del tercer verdugo

Las radiografías muestran que la escena fue modificada durante la ejecución del cuadro. Caravaggio había previsto una figura más, debajo del hombro del verdugo de la derecha,  que miraba hacia abajo, al rostro de Cristo.  Tal vez era un retrato del comitente Tommaso De Franchis. 

Los pies están desnudos y muestran una gran sensación de movimiento.

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Cristo ante Pilatos. Tintoretto.

Cristo ante Pilato. Tintoretto. 1566-1567. Óleo sobre lienzo. 515 x 380 cm. Scuola Grande di san Rocco. Venecia

La obra representa el episodio de la pasión de Cristo   en el que es llevado ante el gobernador romano Poncio Pilatos   después de su presencia ante el rey judío Herodes Antipas . Este le había vestido con la túnica blanca que le cubre como señal de burla. ​

Detalle de Poncio Pilato

 

Detalle de Jesús

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Cristo ante Pilatos. Francisco y Rodrigo de Osona. 

Forma parte de un grupo de tablas dedicadas a la Pasión de Cristo. La doble participación de Francisco y de Rodrigo parece concluyente, sin descartar, la posible intervención de algún miembro de su extenso taller.  

Tanto esta escena como el resto de cuadros de la serie probablemente procedan del Retablo Mayor de Santa María de Alicante.

Hace referencia al momento de la presentación de Jesús ante Poncio Pilatos. La figura de Jesús, descalzo, maniatado, con túnica violácea y soga al cuello, ocupa el centro de la composición, rodeado de esbirros y soldados que lo presentan ante Pilatos.   


Detalle de Jesús descalzo y maniatado

Herodes, aparece sentado sobre un pequeño estrado, con largo cetro en las manos, doble collar dorado, gorro con lazo rojo y suntuosamente ataviado de terciopelo y fino brocado, se dispone, frío e impasible, a interrogar a Jesús.   


Detalle de Pilatos

En el extremo inferior izquierdo aparece la contrahecha figura del sayón, burdamente sentado, que sostiene la soga de Jesús.  


Detalle del sayón

Al otro extremo, de perfil, y con forzada mano izquierda sobre la empuñadura de su espada, se dispone la figura de un soldado cuyos tonos blancos contrarrestan la calidez policroma del conjunto de la tabla. 

Detalle del soldado

Otras siete cabezas, con casco, gorros y tocados de colorido diverso (negro con dorados, verde, marrón y granate), cierran el conjunto de figuras.



Detalle de las cabezas

El fondo está presidido por un amplio arco de medio punto con marcadas dovelas blancas, por cuyo espacio se llega a una ulterior y diminuta puerta, apenas entreabierta, de insuficiente representación perspectiva. 


Detalle del fondo

A la derecha, por una amplia y despejada ventana lateral, se observa un pequeño fondo paisajístico con rocas, diminutas arquitecturas con chapiteles puntiagudos, árbol frondoso y tenue vegetación verdosa.

Al otro extremo, el contrapunto policromo está marcado por las tonalidades entre granates y terrosas del tapiz que pende por detrás de Pilatos, con curiosa decoración geométrica que en algunas tiras simula una críptica pseudoescritura, que era un recurso bastante usual en varias pinturas de la época.

En los Evangelios no se refiere si Jesús caminó hasta el calvario con o sin calzado, como muestra todas las representaciones artísticas.

En la mayoría de las religiones, la exposición de los pies es considerada como señal de humildad, pero también simbolizan el estatus divino, pues andar descalzos requiere una resistencia sobrehumana al dolor.

Detalle de los pies de Jesús

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Cristo ante Herodes. Knüpfer, Nicolaus.



Fue creada por el artista Nicolaus Knüpfer en el siglo XVII y ha sido objeto de numerosas interpretaciones y análisis a lo largo de los años.

La pintura fue propiedad de la familia real de Suecia durante un tiempo, lo que le da un valor histórico adicional.

La pintura representa un momento clave en la historia bíblica, cuando Jesús es llevado ante el rey Herodes Antipas para ser juzgado. 


Detalle de Herodes Antipas

La composición muestra a Jesús de pie en el centro de la imagen, rodeado por los soldados y los líderes religiosos que lo han llevado ante el rey.


Detalle de un soldado

La figura de Jesús se destaca por su postura firme y su mirada penetrante, mientras que los demás personajes parecen estar en un estado de confusión y desconcierto.


Detalle de Jesús

Su estilo artístico único, su composición dramática y su uso del color la convierten en una de las obras más interesantes y significativas del barroco holandés.

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Cristo ante Pilatos. Mihály Muukácsy.

Fue creada en 1881-1884 y fue un gran éxito en su época, siendo exhibida en varias exposiciones en Europa y América del Norte.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la pintura fue confiscada por los nazis y llevada a Alemania. Después de la guerra, fue recuperada por las fuerzas aliadas y devuelta a su lugar de origen en Hungría.

La pintura representa el momento en que Jesús es llevado ante el gobernador romano Poncio Pilatos para ser juzgado.

Detalle de Poncio Pilatos

La escena está llena de tensión y drama, con Pilatos sentado en su trono y Jesús parado ante él, flanqueado por soldados romanos y una multitud de personas que observan la escena.

 

Detalle de Jesús

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Es culpable de la muerte. Vasili Polenov.

Con la dominación romana del territorio, a partir del año 6 d.C. los líderes e instituciones de Judea son sometidas a la administración directa de Roma.

Pero, en la Judea romana, la ley judía seguía vigente gracias a la existencia del Sanedrín, el alto tribunal que se encargaba de mantener vivas las esencias, que ni los invasores fueron capaces de hacer desaparecer, aunque perdió muchas de sus funciones de carácter ejecutivo.

Estaba compuesto por un mínimo de 23 jueces y un máximo de 71, porque la Biblia dice que Dios dijo a Moisés en el desierto:” Coge 70 de entre los ancianos de Israel y haz la Asamblea de Israel”.

Funcionaba como “La Corte Suprema de la Ley Judía” y su misión era la administración de justicia aplicando la Torah o Ley Sagrada, con competencias en asuntos religiosos, penales y civiles, pero no podía condenar a muerte, pues carecía de “ius Gladii” o “derecho de espada” o condena a la pena capital. Este hecho concuerda perfectamente, por otro lado, con la afirmación del historiador romano Tácito, según la cual “los romanos se reservan el derecho a usar la espada y olvidan el resto”.

Los miembros se disponían formando un semicírculo, de modo que podían verse mientras discutían y deliberaban.

En materias civiles o ceremoniales, la votación la comenzaba el miembro principal de la asamblea.

En materias penales, comenzaban los miembros más jóvenes.

Era necesario una mayoría simple (36 jueces) para absolver al acusado y la sentencia se pronunciaba al final del juicio.

Si la sentencia era condenatoria, se requerían 37 jueces, uno más que en la absolución, y se pronunciaba “in voce”, en público, pero no al final del juicio sino al día siguiente, para que continuara la discusión y los jueces defensores pudieran convencer a los acusadores de la inocencia del inculpado.

Si el inculpado era condenado por unanimidad, tenía que ser puesto en libertad, porque esta unanimidad indicaba que no se había producido esta discusión durante la noche de reflexión, perdiéndose las garantías procesales que debe rodear el enjuiciamiento.  

Siguiendo este argumento, algunos juristas y estudiosas contradicen las versiones de los Evangelistas de que Jesus había sido condenado por unanimidad del Sanedrín, porque en este caso tendría que haber sido puesto en libertad obligatoriamente.

En tiempos de Jesus, al frente del Sanedrín estaba Caifás, de la secta de los saduceos, descendientes del Sumo Sacerdote Sadoq, de la época de Salomón. Estaba casado con una hija de Anás, su antecesor en el cargo, y ante el que también llevaron a Jesús, tras su apresamiento. 


 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Juicio en el Sanedrín. Nikolay Ge.

Juicio en el Sanedrín. Ge, Nikolay. 1892. Óleo sobre lienzo. Galería Tretyakov. Moscú. Rusia


Con la dominación romana del territorio, a partir del año 6 d.C. los líderes e instituciones de Judea son sometidas a la administración directa de Roma.

Pero, en la Judea romana, la ley judía seguía vigente gracias a la existencia del Sanedrín, el alto tribunal que se encargaba de mantener vivas las esencias, que ni los invasores fueron capaces de hacer desaparecer, aunque perdió muchas de sus funciones de carácter ejecutivo.

Estaba compuesto por un mínimo de 23 jueces y un máximo de 71, porque la Biblia dice que Dios dijo a Moisés en el desierto:” Coge 70 de entre los ancianos de Israel y haz la Asamblea de Israel”.

Funcionaba como “La Corte Suprema de la Ley Judía” y su misión era la administración de justicia aplicando la Torah o Ley Sagrada, con competencias en asuntos religiosos, penales y civiles, pero no podía condenar a muerte, pues carecía de “ius Gladii” o “derecho de espada” o condena a la pena capital. Este hecho concuerda perfectamente, por otro lado, con la afirmación del historiador romano Tácito, según la cual “los romanos se reservan el derecho a usar la espada y olvidan el resto”.

Los miembros se disponían formando un semicírculo, de modo que podían verse mientras discutían y deliberaban.

En materias civiles o ceremoniales, la votación la comenzaba el miembro principal de la asamblea.

En materias penales, comenzaban los miembros más jóvenes.

Era necesario una mayoría simple (36 jueces) para absolver al acusado y la sentencia se pronunciaba al final del juicio.

Si la sentencia era condenatoria, se requerían 37 jueces, uno más que en la absolución, y se pronunciaba “in voce”, en público, pero no al final del juicio sino al día siguiente, para que continuara la discusión y los jueces defensores pudieran convencer a los acusadores de la inocencia del inculpado.

Si el inculpado era condenado por unanimidad, tenía que ser puesto en libertad, porque esta unanimidad indicaba que no se había producido esta discusión durante la noche de reflexión, perdiéndose las garantías procesales que debe rodear el enjuiciamiento.  

Siguiendo este argumento, algunos juristas y estudiosas contradicen las versiones de los Evangelistas de que Jesus había sido condenado por unanimidad del Sanedrín, porque en este caso tendría que haber sido puesto en libertad obligatoriamente.

En tiempos de Jesus, al frente del Sanedrín estaba Caifás, de la secta de los saduceos, descendientes del Sumo Sacerdote Sadoq, de la época de Salomón. Estaba casado con una hija de Anás, su antecesor en el cargo, y ante el que también llevaron a Jesús, tras su apresamiento.