EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
JUICIO
Cristo ante Pilatos. Francisco y Rodrigo de Osona.
Forma parte de un grupo de tablas dedicadas a la
Pasión de Cristo. La doble participación de Francisco y de Rodrigo parece
concluyente, sin descartar, la posible intervención de algún miembro de su extenso
taller.
Tanto esta escena como el resto de cuadros de la serie
probablemente procedan del Retablo Mayor de Santa María de Alicante.
Hace referencia al momento de la presentación de Jesús
ante Poncio Pilatos. La figura de Jesús, descalzo, maniatado, con túnica
violácea y soga al cuello, ocupa el centro de la composición, rodeado de
esbirros y soldados que lo presentan ante Pilatos.
Herodes, aparece sentado sobre un pequeño estrado, con
largo cetro en las manos, doble collar dorado, gorro con lazo rojo y
suntuosamente ataviado de terciopelo y fino brocado, se dispone, frío e
impasible, a interrogar a Jesús.
En el extremo inferior
izquierdo aparece la contrahecha figura del sayón, burdamente sentado, que
sostiene la soga de Jesús.
Al otro extremo, de perfil, y con forzada mano
izquierda sobre la empuñadura de su espada, se dispone la figura de un soldado
cuyos tonos blancos contrarrestan la calidez policroma del conjunto de la
tabla.
Otras siete cabezas, con casco, gorros y tocados de
colorido diverso (negro con dorados, verde, marrón y granate), cierran el
conjunto de figuras.
El fondo está presidido por un amplio arco de medio
punto con marcadas dovelas blancas, por cuyo espacio se llega a una ulterior y
diminuta puerta, apenas entreabierta, de insuficiente representación
perspectiva.
A la derecha, por una amplia y despejada ventana
lateral, se observa un pequeño fondo paisajístico con rocas, diminutas
arquitecturas con chapiteles puntiagudos, árbol frondoso y tenue vegetación
verdosa.
Al otro extremo, el contrapunto policromo está marcado por las tonalidades entre granates y terrosas del tapiz que pende por detrás de Pilatos, con curiosa decoración geométrica que en algunas tiras simula una críptica pseudoescritura, que era un recurso bastante usual en varias pinturas de la época.
En los
Evangelios no se refiere si Jesús caminó hasta el calvario con o sin calzado,
como muestra todas las representaciones artísticas.
En la
mayoría de las religiones, la exposición de los pies es considerada como señal
de humildad, pero también simbolizan el estatus divino, pues andar descalzos
requiere una resistencia sobrehumana al dolor.
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