EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS DE SEVILLA
Santísimo Cristo de Buena Muerte. Iglesia de san Julián. Hermandad de la Hiniesta.
En la nave de la epístola de la Iglesia de san Julián, en un arcosolio de
madera, se sitúa el Cristo de la Buena
Muerte de Antonio Castillo Lastrucci de 1938.
Es una talla completa en madera de cedro policromada de 1,76 m. que
sustituyó a la que se perdió en la iglesia de san Marcos en 1936 y que a su vez
sustituyó a la imagen del circulo de Felipe de Ribas destruida en el incendio
de San Julián de 1932.
Castillo utilizó como modelo a un empleado de la tienda de muebles Europa,
que regentaba su hermano Manuel, llamado Manuel Gómez Lora.
Representa a Jesús crucificado y
muerto, en el intermedio entre la lanzada y el descendimiento.
Talla del Cristo de la Buena Muerte
La cabeza, vencida hacia el lado derecho,
presenta corona de espinas tallada, añadiéndosele potencias de orfebrería.
El rostro responde al modelo ideal de belleza masculina que Castillo va a aplicar a todas sus imágenes cristíferas.
La dulce y serena concepción de la cabeza en general, y del rostro
en particular, justifica la advocación de la Buena Muerte de Cristo.
Detalle sin las potencias
Detalle con las potencias
La
cruz, que es cilíndrica y arbórea, presentando en la parte superior el
“titulus” con la razón de su condena escrita en hebreo, griego y latín.
La
cruz original, que se encontraba afectada por xilófagos, fue sustituida por una
réplica en 1991 realizada por José Pérez Delgado.
Las
manos están fijadas a nivel de las palmas
Detalle de la fijación de la palma de la mano
Los pies están fijados
con un solo clavo, el pie derecho sobre el izquierdo.
Detalle frontal de los pies
Detalle lateral de los pies
Detalle lateral de los pies