EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
CRUCIFIXIÓN
Calvario. Anónimo. Circulo de Adriaen Isembrand. Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Calvario. Anónimo. Circulo de Adriaen Isembrand. Hacia
1540. Óleo sobre tabla. 56 x 46,5 cm. Museo de Bellas Artes. Sala II. Donación
de Don Rafael González Abreu en 1928
En torno
a 1540, la pintura flamenca ya había estado influida tanto por los primitivos
flamencos como por los desarrollos del Renacimiento en los Países Bajos y
Flandes. Un taller activo en ese momento podría trabajar para clientes locales
o exportar obras hacia España o para coleccionistas interesados en arte
flamenco.
La presencia de
obras flamencas en colecciones españolas del siglo XVI-XVII no es rara, ya que
existía tráfico de encargos, importaciones y coleccionistas interesados en
estilos del norte de Europa.
Adriaen
Isembrandt es un pintor cuya obra real firmada es difícil de establecer con
certeza—hay dudas entre historiadores de arte—lo que propicia que muchas obras
afines sean atribuidas al “círculo de Isembrandt”.
Detalle de Jesucristo Crucificado
Se trata de una pintura sobre tabla con el tema del
Calvario perteneciente a la escuela flamenca del siglo XVI, que, dado su
pequeño tamaño, probablemente formó parte de un oratorio particular.
Representa la
Crucifixión o momento central de la Pasión de Cristo, con intenciones de meditación
religiosa, adecuado para espacios íntimos de culto dentro de residencias o
capillas privadas.
La escena, de
intenso dramatismo contenido, muestra la influencia flamenca en el detallismo
minucioso y en la atmósfera sombría que acentúa el sentimiento devocional.
Jesús en la
Cruz con su madre y el discípulo amado, San Juan, en un ambiente arquitectónico
propio de la ciudad de Brujas.
Detalle de María y san Juan y la ciudad del fondo

