sábado, 25 de octubre de 2025

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

CRUCIFIXIÓN 

Calvario. Anónimo. Circulo de Adriaen Isembrand. Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Calvario. Anónimo. Circulo de Adriaen Isembrand. Hacia 1540. Óleo sobre tabla. 56 x 46,5 cm. Museo de Bellas Artes. Sala II. Donación de Don Rafael González Abreu en 1928


En torno a 1540, la pintura flamenca ya había estado influida tanto por los primitivos flamencos como por los desarrollos del Renacimiento en los Países Bajos y Flandes. Un taller activo en ese momento podría trabajar para clientes locales o exportar obras hacia España o para coleccionistas interesados en arte flamenco.

La presencia de obras flamencas en colecciones españolas del siglo XVI-XVII no es rara, ya que existía tráfico de encargos, importaciones y coleccionistas interesados en estilos del norte de Europa.

Adriaen Isembrandt es un pintor cuya obra real firmada es difícil de establecer con certeza—hay dudas entre historiadores de arte—lo que propicia que muchas obras afines sean atribuidas al “círculo de Isembrandt”.

Detalle de Jesucristo Crucificado

Se trata de una pintura sobre tabla con el tema del Calvario perteneciente a la escuela flamenca del siglo XVI, que, dado su pequeño tamaño, probablemente formó parte de un oratorio particular.

Representa la Crucifixión o momento central de la Pasión de Cristo, con intenciones de meditación religiosa, adecuado para espacios íntimos de culto dentro de residencias o capillas privadas.

La escena, de intenso dramatismo contenido, muestra la influencia flamenca en el detallismo minucioso y en la atmósfera sombría que acentúa el sentimiento devocional.

Jesús en la Cruz con su madre y el discípulo amado, San Juan, en un ambiente arquitectónico propio de la ciudad de Brujas. 

Detalle de María y san Juan y la ciudad del fondo