sábado, 31 de agosto de 2024

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Inmaculada del Padre Eterno. Bartolomé Esteban Murillo

Inmaculada del Padre Eterno. Murillo, Bartolomé Esteban. Hacia 1668-1669. Óleo sobre lienzo. 283 x 188 cm. Museo de Bellas Artes. Sala V. 

Esta obra responde al deseo de la reforma católica de despertar el amor fervoroso del creyente con la contemplación de escenas más o menos humanizadas, sentimentales y tiernas de la vida de Cristo, María y los santos.

Estas representaciones se sustentaban en las palabras del Apocalipsis: "Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol y la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". (Revelación 12,1).

El misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se resume en que la Madre de Dios fue concebida sin pecado original, lo mismo que Cristo. 

La inmaculada concepción de María ha sido debatida por teólogos medievales. El Concilio de Trento (1545-1563) afirmó que María era libre de pecado, pero no fue reconocida como dogma hasta el 8 de diciembre de 1854, por el papa Pio IX en la bula papal “Ineffabilis Deus”:  

“[...] Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios, y de consiguiente, que debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho”.

Este cuadro presenta la presencia en la zona superior de Dios Padre. 

Dios Padre en la zona superior

La Virgen está vista de frente, sin torsión apenas en el cuerpo, excepto su cabeza que gira hacia el lado derecho y la mirada hacia el rompimiento de gloria donde la acoge Dios Padre. 

Detalle de la Virgen

En la zona oscura de la parte inferior se presenta el globo terráqueo y el dragón.

El dragón pisado por la Virgen

María representa a la Iglesia, y remplaza a Eva, el pecado original, de los Antiguos Testamentos por el Nuevo Testamento, en que no solo es la madre de Jesús, sino que también es la madre de la Humanidad, libre de pecado original, provocado por Eva.

Y el pie de la virgen aplasta al dragón, vence a las fuerzas del mal, identificadas con el diablo (llamado "dragón" en el Apocalipsis), por los méritos de su fe.

Por Andrés Carranza Bencano