lunes, 22 de abril de 2024

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

La Casta Susana. Gonzalo Bilbao.

La Casta Susana. Gonzalo Bilbao. Hacia 1914. Óleo sobre lienzo. 293 x 228 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala XIII. Donación de María Roy


Esta obra se basa en un pasaje de la Biblia, del Antiguo Testamento, del libro de Daniel (ver-leer mas), aunque parece ser que tiene varios orígenes.

Este pasaje ha inspirado a numerosos artistas, especialmente durante el Manierismo y el Barroco, porque permite estudiar la anatomía femenina y representar el desnudo femenino, no consentido en los temas religiosos.

Susana, hija de Helcías y esposa del rico Joaquín, hermosa como pocas y temerosa de Dios, es perseguida por dos ancianos, ambos habituales invitados de la casa de Joaquín, pero ambos con el juicio perdido por la pasión que en ellos había despertado la belleza de la mujer.

Espiada cuando se desnuda para bañarse, los viejos la amenazaran con difamarla por yacer con un joven, sino atendía a sus requerimientos lascivos.

Susana atribulada por su incierto destino (verse castigada por adultera o entregarse a ellos) decidirá mantener su integridad y será llamada a juicio, los viejos la obligarían a desnudarse ante sus padres y sus hijos para saciarse de su hermosura.

Susana sería condenada a muerte por lapidación. Pero, tras encomendarse al señor, un jovencito llamado Daniel, prueba la falsedad de la imputación, y haría ver al pueblo la injusticia cometida por aceptar el falso testimonio de los dos viejos lascivos, pues, cuando fueron llamados a declarar aparte, entraron en contradicción al preguntárseles bajo que árbol se había producido el pretendido adulterio. Los ancianos fueron condenados a muerte y se salvó aquel día la sangre inocente.  

Detalle del lienzo sin el marco

Gonzalo Bilbao, elije el momento en que Susana ha dejado su ropa en un banco y se dispone a despojarse de su velo blanco para entrar en el estanque del jardín de su casa a tomar un baño, a mediodía de un día caluroso, cubriendo su sexo aun pudoroso. 

Detalle de Susana
Detalle del rostro de Susana
Detalle pudoroso de cubrirse el sexo

Nadie había en el lugar salvo los dos ancianos acechando escondidos pues Susana había despedido a sus doncellas después de que le trajeran el aceite y los ungüentos para su baño, que han dejado en una bandeja. Será solo una ajorca, unos zarcillos, y un brazalete sus atavíos.

Detalle de la bandeja

Los viejos cuchichean excitados ante la sublima presencia de la mujer de turgentes senos, negros cabellos y contorneada figura, preparados para asaltarla.

Detalle de los ancianos

El alma incorruptible de Susana es simbolizada por el pavo azul de la pintura.

Detalle del pavo azul

El símbolo erótico por excelencia es la ausencia de calzado en los pies, pues los pies desnudos enfatizan aún más su desnudez.

Detalle de los pies desnudos

SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Baile por bulerías. José García Ramos. 

Baile por Buleras. García Ramos, José. 1884. Óleo sobre lienzo. 52 x 28 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala XII. Donación de Alfonso Grosso.


Es un lienzo pequeño y la escena se desarrolla en el interior de una taberna sevillana, con todos los elementos que configuran el tipismo de la idiosincrasia andaluza, como son el cante, el baile, el cartel de toros, las gitanas, las sillas de enea, los barriles de vino etc.

Detalle del lienzo sin el marco
Detalle del cartel de toros
Detalle de los barriles de vino

En un primer plano se encuentra una bailaora vestida con el traje folclórico sevillano. 

Tiene un matón de manila decorado con motivos florales y la falda de volantes y el cabello adornado con flores. 

Detalle de la bailaora
Detalle de los brazos de la bailaora con un sombrero de calaña en la mano izquierda

Destaca el efecto del movimiento del vestido de la bailaora en el que se confunden los volantes unos con otros.

Detalle del vestido

En medio, vemos a una mujer sentada, vestida con el mantón típico en color amarillo y un abanico abierto decorado.

Detalle de la segunda mujer

Al fondo y a la derecha vemos a un hombre sentado tocando la guitarra y cantando.

Detalle del guitarrista y cantaor

En primer plano a la izquierda un pequeño bodegón con los restos de unas naranjas muestra lo estudiada que está la composición, negando cualquier improvisación.

Detalle de las mondas de una naranja pelada

El autor no olvida la importancia de los pies en el baile, son parte del espectáculo flamenco, ya que se utilizan como instrumentos de percusión y se sigue, e incluso, se marca con ellos el ritmo de la música.

Detalle de los zapatos de la bailaora

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Baile en una caseta de Feria. Manuel Cabral Aguado y Bejarano.

Baile en una caseta de feria. Cabral Aguado y Bejarano, Manuel. Hacia 1860. Óleo sobre lienzo. 50 x 65 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala XII. 

La composición representa el interior de una caseta de feria, a través de cuyas cortinas, abiertas, puede verse la hoy desaparecida Puerta de Jerez, que servía como uno de los accesos al recinto ferial primigenio en el Prado de San Sebastián.

Detalle del cuadro sin el marco

Detalle de la Puerta de Jerez a través de la ventana

Un grupo de personas celebran la feria cantando al son de una guitarra.

La principal protagonista es una mujer, que puede ser la cantaora, que aparece sentada, ataviada con falda de volantes y un mantoncillo de Manila.

Detalle de la cantaora sentada

El resto de los personajes, son hombres, que bailan, beben y palmean en torno a ella.

Mientras unos hombres van vestidos con atuendos folclóricos, al fondo se aprecian a dos adinerados burgueses, tocados con sombrero de copa, creando una dicotomía ente flamencos y señoritos.

Hombres con atuendo folclórico
Señoritos con sombrero de copa

Un tercer señorito duerme sentado con la cabeza apoyada en una mesa, como muestra de la intensidad que ha tenido la juerga. 

Detalle del señorito dormido sobre la mesa

La postura de los pies del guitarrista nos lleva a la importancia de los mismos dentro del contexto de la representación.

Detalle del guitarrista