EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
Francia-Atenas-Italia.
Tras ser robada por los cruzados, el 12 de abril de 1204, de la
iglesia de Santa
María de Blaquerne de Constantinopla, la Sábana Santa desaparece hasta que
reaparece en 1355 en Lirey, cerca de Paris.
Se
ha encontrado una carta fechada en Roma el 1 de agosto de 1205 y escrita por
Teodoro Ángel Comneno, nieto de Isaac II, emperador de Bizancio durante el
saqueo de los cruzados. Va dirigida al Papa Inocencio III que convocó la IV
Cruzada. Después de lamentarse del saqueo de Constantinopla en abril del año
anterior, pide al Papa que intervenga para que la Sabana Santa sea devuelta.
La Síndone fue guardada en secreto, quizás porque al ser robada, su
posesión se convertía en ilegal o acto sacrílego, lo que provoca un periodo
lleno de misterio y oscurantismo en la historia de la Sábana.
Una de las teorías es que las tropas de Othon de la Roche, uno de los
tres generales que formaba el Estado Mayor de la IV Cruzada, fueron las que
saquearon la iglesia de Santa María de Blaquerne y se llevaron la Síndone como
botín.
Después del saqueo de Constantinopla, Otto de la Roche se proclamó Primer
Duque y Señor de Atenas, y Daniel Raffart, presidente del CIELT (Centre
International de Etudes sur Linceul de Turin) considera la posibilidad de que
la Sabana Santa hubiera estado temporalmente en Atenas, para después ser
trasladada al castillo de la Roche, ubicado en Rigney, cerca de Besançon,
propiedad de la familia la Roche, donde existe una inscripción, en piedra de la
época, que menciona la entrada de la Sabana Santa desde Constantinopla.
En la Biblioteca de la Catedral de Besançon existe el manuscrito 826 que
relata que Poncio de la Roche cedió la Sabana Santa a Amadeo de Tramelay,
Arzobispo de Besançon, para mantenerla en la catedral de San Esteban, área
ocupada actualmente por la Ciudadela y luego en la catedral de San Juan. En el
Centro Internacional de Sindonología de Turín existen cartas autógrafas de los
Cardenales Binet y Mathieu, Arzobispos de Besançon, que confirman la presencia
de la Sabana Santa en esta ciudad en el siglo XIII, antes de ser trasladada a
Paris.
Durante la
Revolución Francesa se destruyó una copia que había en Besançon, cuando la
auténtica ya estaba en Turín.
En otra teoría, Ian Wilson, catedrático de Historia de la Universidad de
Oxford, afirma que la Síndone fue tomada por los cruzados templarios que la
guardaron en su fortaleza de san Juan de Acre en Tierra Santa, posteriormente
en Chipre y después la trasladaron a la sede de la orden en Villeneuve du
Temple, muy cerca de París.
Incluso,
Rex Morgan, Presidente del Centro Australiano de la Sabana Santa, plantea la
posibilidad de que la Sabana pudo estar temporalmente en Inglaterra, pues en
un castillo de Templecombe, que fue propiedad de los Templarios, apareció la
tapa de un cofre de madera con un rostro similar al de la Sábana Santa, y en
las ranuras de la madera se han encontrado granos de polen iguales que los de
la Sábana Santa, quizás desprendidos de ella.
Uno de los líderes templarios era Geoffroy
de Charny, y un nieto, del mismo nombre, señor de Lirey, de Monfort y de Savois,
Jefe del ejército francés, influyente consejero del rey de Francia, entrega el
Sudario a los canónigos de Lirey, en el distrito Troyes y cantón de Bouilly, en
Francia, en 1355.
Existe una relación entre ambas teorías, puesto que
Jeanne de Vergy, biznieta de Othon I de la Roche, y su única descendiente
directa, se casó en 1340 con este Geoffroy de Charny que mandó construir la
iglesia de Lirey para guardar la Sábana Santa y solicitó al papa Clemente VI el rango
de colegiata para el templo, que en adelante estaría dedicado a la Santísima
Trinidad. Fue demolida durante la Revolución y la actual Iglesia, dedicada a la
Anunciación de la Virgen, fue construida entre 1870 y 1880.
En Lirey, permaneció unos 50 años, como consta en un memorial de la Iglesia
Colegiata de Lirey, que se conserva en la Biblioteca Nacional de París, en la
Colección de Camp. Dado el mal estado de conservación de esta iglesia, por ser de madera,
la
Síndone, en su cofre, fue trasladada al castillo de Monfort, en Auxois,
posesión de la familia Charny, y poco después a la capilla de Boussard, en
Saint Hyppolite-sur-Doubs.
Pero, Geoffroy muere el día 19 de septiembre de 1356, al interponer su
cuerpo entre una lanza enemiga y el cuerpo del Rey, al que salvó la vida, en la
batalla de Nouaillé-Maupertuis, muy cerca de Poitiers.
Jeanne
de Vergy al quedar viuda y en precarias condiciones económicas organiza nuevas
ostensiones de la Sabana para poder mantener la colegiata de Lirey, que ya tenía
seis canónigos residentes.
En
1361, Jeanne casa en segundas nupcias con Aymon de Genève, noble de gran
riqueza e influencia, y mantiene las ostensiones con la
autorización del Papa Clemente VII.
A
la muerte de Jeanne de Vergy la posesión de la Sabana Santa pasa a su heredero Geoffroy
de Charny que muere el 22 de mayo de 1398, con lo que la Síndone pasa a su
heredera, Margarita de Charny
Margarita se casó con Jean de Bauffremont, y a la muerte de este volvió a casarse con Humbert de Villerexel, conde de la Roche y Señor de Saint-Hyppolite-sur-Doubs, descendiente de Othon de Roche, duque de Atenas, con el que, como hemos comentado, empezó la historia de la Sabana tras ser robada en Constantinopla.
Tras
la muerte de Humbert de Villerexel, en 1438, Margarita de Charny,
viuda sin hijos, cedió la Síndone a Anne de Lusignan, esposa de Luis o Ludovico I,
duque de Saboya, en 1453, a cambio del castillo de Varambon y las rentas de su
propiedad de Miribel, con lo que la propiedad de la Síndone pasó a la casa de
Saboya, sin redactar ningún contrato de venta, pues el IV Concilio de Letrán
(1215-16), prohibían la venta de reliquias.
El duque de Saboya trasladó la Sábana Santa hasta Chambery, por entonces capital del ducado, y lo depositó en la iglesia de los franciscanos, y en la capilla ducal se llevaron a cabo obras de adaptación para consagrarla a la Sábana Santa. Desde entonces se le conoció como Sainte-Chapelle, titulo concedido por el papa Julio II, y la Sabana fue trasladada a su nuevo emplazamiento el 11 de junio de 1502.
Castillo de los duques de Saboya en la ciudad francesa de de
Chambéry SavoieMontBlanc-Chabance
Margarita
de Austria, regente de los Países Bajos, regaló un cofre de plata repujada con
adornos de oro en la que se guardaba la Síndone, y se colocaba en una hornacina en el muro,
cuando no se hacían ostensiones.
En la noche del 3 al 4 de diciembre de 1532, se declaró un gran incendio
en la sacristía de la Santa Capilla. Los religiosos Philibert Lambert y Guglielmo Passod
rescataron la urna, arriesgando su vida, y arrojaron sobre ella gran cantidad
de agua para poder enfriar el relicario de plata que había empezado a fundirse,
por la altísima temperatura alcanzada, y una gota de plata fundida atravesó la
Sabana.
Incendio de la iglesia de Chambery. La
temperatura funde parcialmente el arca de plata que contenía la Síndone y gotas
del metal provocan 16 quemaduras triangulares en el paño que corresponden a las
esquinas de la Sábana, doblada ocho veces.
Tras abrir la urna y desplegar la Sabana se pudo comprobar que el metal fundido había provocado 16 grandes quemaduras triangulares simétricas en las esquinas de las ocho dobleces que tenía. El agua vertida para apagar el fuego y enfriar la urna había hervido por el calor y provocó manchas romboidales en algunas zonas de la Síndone. Pero, no se afectó la zona central por lo que la impronta corporal no sufrió ningún deterioro.
Del 15 de abril al 2 de mayo de 1533 las religiosas clarisas de Chambery remendaron
con triángulos de lino blanco, bajo la supervisión de su abadesa Louise de
Vargin, y forraron la parte posterior de la Sindone con una tela blanca de
Holanda, que fue sustituida posteriormente.
Las quemaduras triangulares de la Sábana fueron
reparadas por las monjas clarisas, de rodillas y a la luz de las velas
La
Síndone volvió a su emplazamiento tras ser reparada, pero en 1559, Emmanuel
Filiberto de Saboya, después de firmar la paz Cateau-Cambrésis, por la que se
daba fin a las hostilidades entre los reinos de España, Francia e Inglaterra, decidió
trasladar la capital de Saboya a Turín, ya que los territorios del ducado
habían quedado mermados y la ubicación de Chambery era muy excéntrica.
En 1578, Emmanuel Filiberto de Saboya ordenó trasladar la
Sabana a Turín, no solo porque era la capital del Ducado, sino para acortar el
viaje de san Carlos Borromeo, cardenal de Milán, que realizada a pie una
peregrinación, como rogativa por la plaga de peste que asediaba su ciudad desde
1576.
Tras
la muerte de Emmanuel Filiberto en 1580, su hijo Carlos Manuel I hizo edificar
la "Rotonda della Sindone" para alberga la Sábana. Se trataba de una capilla de
planta redonda en el palacio ducal de Turín.
Palacio Ducal de
En 1668, el duque de Saboya Víctor Amadeo II, para albergar la Síndone,
encargó al arquitecto ducal Guarini la construcción de una capilla junto a la
catedral de Turín, y el 1 de junio de 1694 se instaló la Síndone definitivamente en esta
capilla, en una urna diseñada por Antonio Bertola, especialmente construida para ella, sobre el altar de la capilla que
será su ubicación definitiva.
Fotografía antigua de la Catedral de Turín
Catedral
de
Capilla de
la Santa Sindone vista desde la torre campanario del Duomo di Torino
En 1939 estalló la II Guerra Mundial y ante el temor de los bombardeos y
la capacidad de expolio de obras de arte por parte de los nazi, se decidió trasladar la Síndone, en absoluto secreto, al monasterio de Montevergine, en
las cercanías de Nápoles, al cuidado de los monjes y guardada en un caja de
seguridad, hasta 1946 en que regresó a la capilla Guarini, donde continua
actualmente.
Vista general de la abadía y santuario de
Montevergine
En 1983, Humberto II de Saboya, exrey de Italia exiliado en Portugal, hace
donación testamental de la Sábana Santa a la Santa Sede poco antes de su
muerte, por lo que actualmente pertenece al Vaticano.
En la noche del 11 al 12 de abril de 1997 se declaró un incendio en la
capilla Guarini de la catedral de Turin y la Sábana se conservó gracias a la
actuación heroica del bombero Mario Trematore que, ayudado por sus compañeros,
rompió a martillazos el cristal blindado de la urna, de cuarenta milímetros de
espesor, y consiguió sacar a hombros el cofre justo antes de que se derrumbase
el techo de la capilla.
Un
posterior reconocimiento confirmó que la Sabana no había sufrido ningún daño y
se trasladó a la sacristía temporal de la catedral de Turin, donde Mechthild Flury-Lemberg y la hermana
María Clara Antonini, eliminaron su borde azul y la cosieron a una nueva tela
blanca.
En la entrevista realizada a Trematore (sindicalista de izquierda y no
católico) respondió:” El cristal puede parar las balas, pero no la fuerza de
los valores representados en el símbolo que lleva dentro. Rompí el cristal con
solo una maza y las manos, que aún me sangran. Es extraordinario. Dios me ha
dado las fuerzas para romperlo”.
El estudió policial realizado demostró desgraciadamente que el incendio
había sido intencionado, no sabemos con qué fin.
En
la actualidad, se guarda en una urna de cristal en forma de paralelepípedo de
4.640 x 1.380 x 283 milímetros realizada en los talleres Bodini de Turín. Sólo
el cristal pesa exactamente una tonelada, y el peso total del conjunto es de
dos toneladas y media. Lleva un doble forro interior y lateral de acero
balístico y la superficie superior es de un cristal multicapa de 80 milímetros
de grosor a prueba de balas y con protección ultravioleta. Se encuentra sobre
un soporte de precisión en forma de carro, con movimiento de rotación y guías
metálicas corredizas. La Sábana está extendida en la urna, que es un depósito
estanco en atmósfera de argón (al 99,9%) y oxígeno (0,1%). Todos estos
parámetros, así como presión, temperatura (18ºC) y humedad están
comandados por un sistema informático que los monitoriza y los mantiene
constantes en las cifras adecuadas.
Conservación actual
de la Sábana Santa