SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA
Judit con la cabeza de Holofernes
Se trata de una
obra no firmada por Giorgione por lo que se le atribuye por las características
estilísticas de la obra del autor. Hasta 1772 se mantuvo en la colección
privada del banquero francés Pierre Crozet y hoy se puede desfrutar en el Museo
Estatal del Hermitage.
Judiht con la
cabeza de Holofernes o decapitado, es un episodio bíblico, representado en más
de 114 pinturas y esculturas, que aparece en el “Libro de Judith”, uno de los
deuterocanónicos, ubicado entre los libros de Tobit y Esther. Es considerado no
canónico por las versiones protestantes y no se conoce su fecha con exactitud,
pero se especula que fue compuesto en tiempos de los Macabeos a mediados del
siglo II a. C.
El libro cuenta
la historia de la hebrea Judith en plena guerra de Israel contra el ejército
Asirio. Judit era hija de Merari y esposa de Manasés que había muerto durante
la recolección de la cebada a causa de una insolación, dejándole oro y plata,
siervos, ganado y campos.
De bellas
facciones, alta educación, enorme piedad, celo religioso y pasión patriótica,
descubre que el general invasor, Holofernes, se ha enamorado de ella y entonces
decide utilizar sus encantos femeninos y su inteligencia para liberar a su
pueblo del yugo asirio.
“Se quitó el
sayal que vestía, se despojó de sus vestidos de viuda, se bañó y se perfumó, se
puso una diadema en el cabello, se vistió con la ropa que llevaba cuando era
feliz con su marido, se calzó las sandalias, se puso los collares, brazaletes y
anillos, sus pendientes y todas sus joyas y junto con su sierva, salió de su
ciudad, Betulia, amurallada y sitiada, para dirigirse al campamento asirio y a
la tienda de Holofernes, para hacerle creer que está enamorada de él, que ha escapado y que va a mostrarle el
camino por el que puede pasar, para adueñarse de toda la montaña, sin que
perezca ninguno de sus hombres”.
“Pero, en lugar
de ceder a sus reclamos galantes, espera el momento adecuado y cuando su
poderoso enemigo no se puede defender, debido a su estado de embriaguez, le da
muerte cortándole la cabeza con su propia espada y huye llevándose la cabeza en
una cesta, con su vieja criada. De este modo, siembra la confusión en el
ejército de Asiria y obtiene la victoria para Israel”.
Así, Judit es
una de las mujeres fuertes y resolutivas del Antiguo Testamento y se manifiesta
como vengadora de la opresión de los débiles y desvalidos y fue
extremadamente popular durante el Renacimiento.
Giorgione,
representa a la joven heroína, como una joven sensual que sitúa en primer
plano, pisando fuertemente la cabeza del general asirio Holofernes. Nos la presenta de cuerpo entero, su rostro
es inexpresivo, y su mirada hacia el suelo se dirige a la cabeza de su enemigo
(que yace sobre la hierba en la parte inferior del cuadro), con un claro gesto
sereno de vencedor sobre vencido. Lleva una pequeña diadema en la cabeza y un
broche en el cuello del vestido como únicos adornos. Su mano derecha descansa sobre
la empuñadura de la espada, que se apoya en el suelo. Su brazo
izquierdo reposa sobre un pequeño muro que la separa del paisaje que aparece en
el fondo. Sus ropas caen
y se pliegan pesadamente entorno a sus piernas, con un tono rosa claro que
enfatiza la ternura y fragilidad del personaje. La pierna izquierda se adelanta
para pisar la cabeza de Holofernes y aparece desnuda a través de una apertura
en el vestido.
La espada del guerrero y la cabeza del enemigo
derrotado contrastan con la imagen gentil y tranquila de Judith, que muestra
una media sonrisa en su rostro. Se manifiesta la belleza triunfante sobre la
tiranía, por el contraste del rostro idealizado de Judith con el rostro
tumefacto de la cabeza decapitada de Holofernes.
Ella es el
centro de la composición, al fondo se dispone un paisaje, separado del
primer plano por ese pequeño murete que no impide la visión de una ciudad
envuelta en tinieblas, con las montañas al fondo, usando la técnica del “sfumato”
de Leonardo da Vinci. El árbol que se alza tras Judit (un roble) otorga un
rasgo de monumentalidad a toda la escena.
La posición del pie sobre la cabeza cortada del general asirio, muestra la victoria del bien sobre el mal, la conexión de la vida con la muerte.