Una visita a
Esculapio. Sir Edward John Poynter. 1880. Óleo
sobre lienzo, 228 x 151 cm. Tate Gallery. Londres
Esculapio/Asclepio, según
la leyenda griega, era hijo del dios Apolo y de Coronis, la hija de Flegias de Tesalia, una bella mujer mortal. Su madre fue seducida por un mortal llamado
Isquis cuando ya estaba encinta del dios Apolo. Este maldijo al cuervo que trajo la noticia e hizo negro
al que hasta entonces había sido blanco y condenó a Coronis a morir,
pero cuando su cuerpo iba a ser consumido por las llamas de la pira funeraria,
el dios arrancó al bebe Asclepio del cuerpo sin vida de su madre.
Desde corta edad fue
instruido por el centauro Quirón en la ciencia de la Medicina, estudiando las
hierbas, las plantas y la composición de las mismas para producir medicamentos,
y en pocos años sobrepasó a su ilustre maestro, obteniendo la más alta
consideración de sus congéneres. Pero, además de curar a los enfermos,
Esculapio se dedicó a devolver la vida a los muertos, como Himeneo, Glauco,
Capaneo, Tindaro e Hipólito, usando la sangre de las venas de la parte derecha de la
Gorgona, que había recibido de la diosa Atenea
Plutón/Hades,
Rey de los Infiernos, molesto por la reducción de los enviados a su reino, fue
a quejarse del uso que Esculapio hacía de la serpiente, y,
Júpiter/Zeus lo mató con uno
de sus rayos y anuló la capacidad de la resurrección dotando a la
serpiente solamente con la capacidad de sanación. Pero Apolo, irritado por la
pérdida de Asclepio, mató a los Cíclopes que habían forjado el rayo de Zeus.
A su muerte Asclepio se convirtió en un dios
venerado en muchos lugares de Grecia, sobre todo en Epidauro, donde acudían
fieles de toda la Hélade a someterse a curaciones milagrosas. Desde allí se propagó a otras ciudades de Grecia hasta llegar al
Asia y finalmente a Roma, donde Zeus
lo ascendió a la categoría de dios, convirtiéndose en el Esculapio
Las
corporaciones de médicos lo tomaron como patrón. Los santuarios y templos
dedicados al dios se expandieron por todo el mundo antiguo y su imagen se
popularizó como la de un anciano pensativo con barba blanca, cubierto con un
manto y coronado con laurel y llevando un bastón rodeado por una serpiente. El gallo, que a veces aparece a sus
pies, es el símbolo de la vigilancia.
Aun hoy es posible visitar
el Santuario de Asclepio en Epidauro, al noroeste de la península del
Peloponeso, en Grecia.
Los hijos de Esculapio,
Podalirio y Macaón, también fueron médicos y atendieron a muchos heridos y
enfermos y participaron como tales para el ejército griego durante el sitio de
Troya, dando pruebas de su bravura al tiempo que de su ciencia.
Cuando, durante su viaje
hacia Troya, los barcos griegos se detuvieron en una isla, Filoctetes fue
mordido en un pie por una víbora. La herida se infectó gravemente, por lo que
Odiseo dispuso dejarlo abandonado en la isla. Pero un Oráculo predijo que sin
Filoctetes (que tenía en su poder las flechas de Hércules), los griegos no
podrían ganar la Guerra. La curación fue realizada por Macaón, ayudado por
Apolo (quien sumió a Filoctetes en un profundo sueño), de modo que este sería
el primer tratamiento con “anestesia” y Filoctetes pudo volver a la batalla y mató a
Paris al acertarle con una de las maravillosas flechas de Hércules, al final de
la Guerra de Troya.
Esculapio (de quien se
asegura existió realmente y luego ingresó a la corte de la Mitología) también tuvo
tres hijas: Higia, Panacea y Yaso. Higía era la diosa de la curación, la
limpieza y la sanidad. De su nombre deriva la palabra “higiene”. Se la solía
representar como una mujer joven alimentando a una gran serpiente enroscada en
torno a su cuerpo. Panacea fue la diosa de la salud y ayudaba a su padre a
curar y a hacer medicinas. Su nombre está compuesto por pan “todo”
y akos “remedio”; de ahí que la palabra en español “panacea”
signifique “medicamento al que se atribuye eficacia para curar diversas
enfermedades. Yaso, cuyo nombre significa “curación” en griego antiguo, era la
diosa menor de la Curación y junto a sus hermanas, ayudaba a los enfermos.
Es importante el bastón,
es un tronco o maza, de cabeza nudosa donde se enrosca una serpiente y se ve rodeada
de dos ramas, una de laurel a la izquierda y de roble a la derecha. La vara es
símbolo de poder, el nudo indica las dificultades de la ciencia, el racimo de
uvas significa el vino que produce embriaguez y es usado como medicamento
preciado, el roble era el árbol sagrado en Galia y Grecia y los sacerdotes
especializados en estos quehaceres interpretaban el ruido del viento al batir
las hojas del árbol en el bosque, el laurel tiene propiedades ligeramente
narcóticas en sus hojas y, por lo tanto, con capacidad para producir cierta
“anestesia” para tratar a los enfermos cuando fuere necesaria. Así, la Vara de
Esculapio, se convirtió en el símbolo de la profesión médica y la serpiente,
que muda periódicamente de piel, simboliza, el rejuvenecimiento, y es considerada,
en muchas culturas, con capacidad de resucitar a los muertos.
Efectivamente, fue
adoptado en 1898 por el ejército inglés y por los médicos de la armada belga
que lo pusieron en sus uniformes, un año después. En 1902, fue adoptado
oficialmente por el Cuerpo Médico de Estados Unidos en sustitución de la “Cruz
de San Juan”. Actualmente, el bastón de Esculapio, verdadero símbolo de la
Medicina, se usa como emblema médico en Gran Bretaña, Alemania, México, Perú,
Bélgica, Filipinas y Cuba, entre otros países. La OMS lo usa desde su fundación
en 1947.
Finalmente, durante
siglos, los médicos hacían el Juramento de Hipócrates en el que se menciona,
entre otros dioses médicos, a esta familia: “Juro por Apolo el Médico y
Esculapio y por Higía y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de
jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y
discernimiento”. Dicho juramento data del siglo V a. C. Suena un poco
arcaico jurar en nombre de dioses propios de la mitología griega, pero fue
recién en 1984 que fue actualizado.
Referir finalmente otros
dioses relacionados con la medicina:
Apolo (hijo de Zeus y Leto). Dios olímpico que podía traer
enfermedades y plagas mortales, pero que además tenía el poder de combatirlas y
curarlas. Artemisa (hija de Zeus y Leto, hermana melliza de Apolo),
Diosa de la fertilidad y de los partos que dio su nombre a una planta
medicinal. Quirón (hijo de Crono y Filira), centauro sabio, gran
educador en medicina y otras artes, maestro de Asclepio. Epione (esposa
de Asclepio/Esculapio; madre de Higea, Panacea, Podalirio y Macaón), Diosa que
calma el dolor. Higea (o Higia / hija de Asclepio y Epione), Diosa
de la prevención de las enfermedades, de ella procede la palabra “Higiene”. Panacea (hija
de Asclepio y Epione), Diosa de la salud, "que todo lo cura". Yaso (hija
de Asclepio y Epione), Diosa menor o semidiosa de la curación. hermana de Higea
y Panacea. Podalirio (hijo de Asclepio y Epione), médico de los
griegos en la guerra de Troya. Macaón (hijo de Asclepio y Epione),médico
de los griegos en la guerra de Troya, junto a su hermano Podalirio. Nix (nacida
del Caos), Diosa de la noche. Hypnos (Somnus para los romanos /
hijo de Nix), personificación del sueño, de ella proceden los términos
“Hipnosis”, estado de sueño inducido y sus derivaciones: “hipnotismo”,
“hipnótico”, “Hipnograma”, gráfico del sueño, e “Hipnagogo”, agente inductor
del sueño. Thanatos (hijo de Nix), Dios de la muerte, de este
nombre proceden los términos “Tanatología”, ciencia de la muerte, y
“Tanatorio”, local funerario. Morfeo (hijo de Hipnos), Dios del
sueño, de él procede la palabra “Morfina”, alcaloide del opio que actúa como
narcótico. Fobo (hijo de Ares y Afrodita), el Pánico, de este
nombre procede el término “Fobia”, temor irracional. Su hermano Deimo era
la personificación del terror. Átropos (Morta para los romanos). La
tercera de las tres Moiras (Parcas para los romanos / hijas de Nix o de Zeus y
Temis, según versiones), personificaciones del destino, la que corta el
metafórico hilo de la vida y representa la muerte. Las otras dos: Cloto (Nona
romana), la hiladora de la hebra de la vida, y Láquesis (Décima
romana), la que mide el hilo de la vida con su vara de medir.
Por otro
lado, Venus es la Diosa del Amor, la Belleza y la Fertilidad de la mitología
romana, teniendo en cuenta que en la antigüedad el amor tenía una connotación
más erótica que romántica. En
algunos mitos latinos Cupido era hijo de Venus y Martes, dios de la guerra. Desde el siglo III a. C., la creciente helenización de
las clases altas romanas se identificó con la Diosa griega Afrodita, pero Venus
no llegó a tener la personalidad de sensualidad o crueldad como la griega,
aunque conservara sus atributos y símbolos, como la manzana dorada de la
discordia y el espejo Venus con forma de cruz y un circulo en su cima, que ha
derivado al signo de la mujer.
De su
nombre deriva la palabra “afrodisiaco” y “venérea” y se relaciona también con
la práctica de la prostitución religiosa en sus santuarios y templos. Junto a
sus hermanos, ocupaba un lugar en el panteón, entre los doce “Dioses Olímpicos”
Siendo ella diosa tan principal,
la hermosa Venus Afrodita, no podía ser atendida por otro médico que no fuera
un dios como ella misma, el dios de la Medicina, Esculapio para los romanos,
Asclepio para los griegos, incluso por una afección tan banal y leve como una
espina clavada en su delicado pie.
El británico Sir Edward John Poynter, nos muestra a la diosa acompañada por las Tres
Gracias visitando a Esculapio, que observa atentamente el pie herido de la
diosa en su peculiar consulta, en un jardín al aire libre. Con ello, se pone de
manifiesto la importancia del pie en la mitología expresada en el arte pictórico.