SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA
El pie zambo o el Patizambo. José de Ribera
El pie zambo o el Patizambo. José de Ribera. 1642. Óleo sobre lienzo. 164 x 94 cm. Museo del Louvre.
Se ha creído durante mucho tiempo que fue pintado para el
virrey español de Nápoles, el duque de Medina de las Torres. No obstante, en la
página web del Louvre (a donde fue legado por el coleccionista Louis La Caze) se señala que debió ser un encargo de un comerciante
flamenco. El cuadro está firmado y datado en el
ángulo inferior derecho, sobre el suelo: Juseppe de Ribera español F.
1642.
Conocido como “el
patizambo” “El niño mendigo”, “el
lisiado” “el enano” y “el zambo” el cuadro nos muestra a un joven mendigo, de aspecto humilde, vestido con ropas
sucias, andrajosas y harapientas. Sobre su hombro
izquierdo apoya una muleta y con la mano derecha sujeta un sombrero, que parece
que se ha quitado para posar. En su mano izquierda lleva un papel con la
leyenda en latín “Da mihi elimo/sinam
propter amorem dei”, que significa “Dadme una limosna por el amor de
Dios”, lo cual puede hacer pensar que era mudo, pero en realidad este papel con
la leyenda era un requisito de las autoridades del Reino de Nápoles para que un
individuo se dedicara a la mendicidad por las calles. En su boca entreabierta muestra
sus dientes podridos, lo cual refuerza el patetismo de la representación.
El escueto paisaje campestre y la luz matinal nos
indican que este niño vive en las afueras de la ciudad, tal vez en una vivienda
de campesinos y se dirige por un camino vecinal a Nápoles, donde se quedaría el
día entero a mendigar por sus calles, o en una plaza pública.
A pesar de su triste
condición, no muestra pesadumbre, sino que aparece
sonriendo y mirando fijamente al espectador, sosteniendo con humor
y dignidad su triste realidad. No existe en la composición ningún signo de
burla, lo mismo que haría Velázquez con sus bufones, sino que se muestra la
realidad más descarnada de la época del siglo XVII, convirtiéndose así en una
obra de denuncia social.
Desde el punto de vista del cirujano ortopédico, se puede observar que
presenta un grave defecto en su pie derecho, lo cual le obliga a caminar cojo,
sin poder apoyar el talón. Se puede
considerar como un pie varo, zambo, pero también como un pie paralitico en
equinismo. Los pies lisiados le sirven a Ribera para ironizar sobre la teoría
de los pies enfermos como metáfora de enfermedad del alma y a la vez ennoblecer
al muchacho de baja ralea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario