martes, 9 de agosto de 2022

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

El pie zambo o el Patizambo. José de Ribera


Se ha creído durante mucho tiempo que fue pintado para el virrey español de Nápoles, el duque de Medina de las Torres. No obstante, en la página web del Louvre (a donde fue legado por el coleccionista Louis La Caze) se señala que debió ser un encargo de un comerciante flamenco. El cuadro está firmado y datado en el ángulo inferior derecho, sobre el suelo: Juseppe de Ribera español F. 1642.

Conocido como “el patizambo” “El niño mendigo”, “el lisiado” “el enano” y “el zambo” el cuadro nos muestra a un joven mendigo, de aspecto humilde, vestido con ropas sucias, andrajosas y harapientas. Sobre su hombro izquierdo apoya una muleta y con la mano derecha sujeta un sombrero, que parece que se ha quitado para posar. En su mano izquierda lleva un papel con la leyenda en latín “Da mihi elimo/sinam propter amorem dei”, que significa “Dadme una limosna por el amor de Dios”, lo cual puede hacer pensar que era mudo, pero en realidad este papel con la leyenda era un requisito de las autoridades del Reino de Nápoles para que un individuo se dedicara a la mendicidad por las calles. En su boca entreabierta muestra sus dientes podridos, lo cual refuerza el patetismo de la representación.

El escueto paisaje campestre y la luz matinal nos indican que este niño vive en las afueras de la ciudad, tal vez en una vivienda de campesinos y se dirige por un camino vecinal a Nápoles, donde se quedaría el día entero a mendigar por sus calles, o en una plaza pública.

A pesar de su triste condición, no muestra pesadumbre, sino que aparece sonriendo y mirando fijamente al espectador, sosteniendo con humor y dignidad su triste realidad. No existe en la composición ningún signo de burla, lo mismo que haría Velázquez con sus bufones, sino que se muestra la realidad más descarnada de la época del siglo XVII, convirtiéndose así en una obra de denuncia social.  




Desde el punto de vista del cirujano ortopédico, se puede observar que presenta un grave defecto en su pie derecho, lo cual le obliga a caminar cojo, sin poder apoyar el talón.  Se puede considerar como un pie varo, zambo, pero también como un pie paralitico en equinismo. Los pies lisiados le sirven a Ribera para ironizar sobre la teoría de los pies enfermos como metáfora de enfermedad del alma y a la vez ennoblecer al muchacho de baja ralea.

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