martes, 9 de agosto de 2022

 SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA

Una visita a Esculapio. Sir Edward John Poynter

 


Una visita a Esculapio. Sir Edward John Poynter. 1880. Óleo sobre lienzo, 228 x 151 cm. Tate Gallery.  Londres

Esculapio/Asclepio, según la leyenda griega, era hijo del dios Apolo y de Coronis, la hija de Flegias de Tesalia, una bella mujer mortal. Su madre fue seducida por un mortal llamado Isquis cuando ya estaba encinta del dios Apolo. Este maldijo al cuervo que trajo la noticia e hizo negro al que hasta entonces había sido blanco y condenó a Coronis a morir, pero cuando su cuerpo iba a ser consumido por las llamas de la pira funeraria, el dios arrancó al bebe Asclepio del cuerpo sin vida de su madre.

Desde corta edad fue instruido por el centauro Quirón en la ciencia de la Medicina, estudiando las hierbas, las plantas y la composición de las mismas para producir medicamentos, y en pocos años sobrepasó a su ilustre maestro, obteniendo la más alta consideración de sus congéneres. Pero, además de curar a los enfermos, Esculapio se dedicó a devolver la vida a los muertos, como Himeneo, Glauco, Capaneo, Tindaro e Hipólito, usando la sangre de las venas de la parte derecha de la Gorgona, que había recibido de la diosa Atenea

Plutón/Hades, Rey de los Infiernos, molesto por la reducción de los enviados a su reino, fue a quejarse del uso que Esculapio hacía de la serpiente, y, Júpiter/Zeus lo mató con uno de sus rayos y anuló la capacidad de la resurrección dotando a la serpiente solamente con la capacidad de sanación. Pero Apolo, irritado por la pérdida de Asclepio, mató a los Cíclopes que habían forjado el rayo de Zeus.

A su muerte Asclepio se convirtió en un dios venerado en muchos lugares de Grecia, sobre todo en Epidauro, donde acudían fieles de toda la Hélade a someterse a curaciones milagrosas. Desde allí se propagó a otras ciudades de Grecia hasta llegar al Asia y finalmente a Roma, donde Zeus lo ascendió a la categoría de dios, convirtiéndose en el Esculapio

Las corporaciones de médicos lo tomaron como patrón. Los santuarios y templos dedicados al dios se expandieron por todo el mundo antiguo y su imagen se popularizó como la de un anciano pensativo con barba blanca, cubierto con un manto y coronado con laurel y llevando un bastón rodeado por una serpiente. El gallo, que a veces aparece a sus pies, es el símbolo de la vigilancia.

Aun hoy es posible visitar el Santuario de Asclepio en Epidauro, al noroeste de la península del Peloponeso, en Grecia.

Los hijos de Esculapio, Podalirio y Macaón, también fueron médicos y atendieron a muchos heridos y enfermos y participaron como tales para el ejército griego durante el sitio de Troya, dando pruebas de su bravura al tiempo que de su ciencia.

Cuando, durante su viaje hacia Troya, los barcos griegos se detuvieron en una isla, Filoctetes fue mordido en un pie por una víbora. La herida se infectó gravemente, por lo que Odiseo dispuso dejarlo abandonado en la isla. Pero un Oráculo predijo que sin Filoctetes (que tenía en su poder las flechas de Hércules), los griegos no podrían ganar la Guerra. La curación fue realizada por Macaón, ayudado por Apolo (quien sumió a Filoctetes en un profundo sueño), de modo que este sería el primer tratamiento con “anestesia” y  Filoctetes pudo volver a la batalla y mató a Paris al acertarle con una de las maravillosas flechas de Hércules, al final de la Guerra de Troya.

Esculapio (de quien se asegura existió realmente y luego ingresó a la corte de la Mitología) también tuvo tres hijas: Higia, Panacea y Yaso. Higía era la diosa de la curación, la limpieza y la sanidad. De su nombre deriva la palabra “higiene”. Se la solía representar como una mujer joven alimentando a una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo. Panacea fue la diosa de la salud y ayudaba a su padre a curar y a hacer medicinas. Su nombre está compuesto por pan “todo” y akos “remedio”; de ahí que la palabra en español “panacea” signifique “medicamento al que se atribuye eficacia para curar diversas enfermedades. Yaso, cuyo nombre significa “curación” en griego antiguo, era la diosa menor de la Curación y junto a sus hermanas, ayudaba a los enfermos.

Es importante el bastón, es un tronco o maza, de cabeza nudosa donde se enrosca una serpiente y se ve rodeada de dos ramas, una de laurel a la izquierda y de roble a la derecha. La vara es símbolo de poder, el nudo indica las dificultades de la ciencia, el racimo de uvas significa el vino que produce embriaguez y es usado como medicamento preciado, el roble era el árbol sagrado en Galia y Grecia y los sacerdotes especializados en estos quehaceres interpretaban el ruido del viento al batir las hojas del árbol en el bosque, el laurel tiene propiedades ligeramente narcóticas en sus hojas y, por lo tanto, con capacidad para producir cierta “anestesia” para tratar a los enfermos cuando fuere necesaria. Así, la Vara de Esculapio, se convirtió en el símbolo de la profesión médica y la serpiente, que muda periódicamente de piel, simboliza, el rejuvenecimiento, y es considerada, en muchas culturas, con capacidad de resucitar a los muertos.

Efectivamente, fue adoptado en 1898 por el ejército inglés y por los médicos de la armada belga que lo pusieron en sus uniformes, un año después. En 1902, fue adoptado oficialmente por el Cuerpo Médico de Estados Unidos en sustitución de la “Cruz de San Juan”. Actualmente, el bastón de Esculapio, verdadero símbolo de la Medicina, se usa como emblema médico en Gran Bretaña, Alemania, México, Perú, Bélgica, Filipinas y Cuba, entre otros países. La OMS lo usa desde su fundación en 1947.

Finalmente, durante siglos, los médicos hacían el Juramento de Hipócrates en el que se menciona, entre otros dioses médicos, a esta familia: “Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Higía y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento”.  Dicho juramento data del siglo V a. C. Suena un poco arcaico jurar en nombre de dioses propios de la mitología griega, pero fue recién en 1984 que fue actualizado.

Referir finalmente otros dioses relacionados con la medicina:

Apolo (hijo de Zeus y Leto). Dios olímpico que podía traer enfermedades y plagas mortales, pero que además tenía el poder de combatirlas y curarlas. Artemisa (hija de Zeus y Leto, hermana melliza de Apolo), Diosa de la fertilidad y de los partos que dio su nombre a una planta medicinal. Quirón (hijo de Crono y Filira), centauro sabio, gran educador en medicina y otras artes, maestro de Asclepio. Epione (esposa de Asclepio/Esculapio; madre de Higea, Panacea, Podalirio y Macaón), Diosa que calma el dolor. Higea (o Higia / hija de Asclepio y Epione), Diosa de la prevención de las enfermedades, de ella procede la palabra “Higiene”. Panacea (hija de Asclepio y Epione), Diosa de la salud, "que todo lo cura". Yaso (hija de Asclepio y Epione), Diosa menor o semidiosa de la curación. hermana de Higea y Panacea. Podalirio (hijo de Asclepio y Epione), médico de los griegos en la guerra de Troya. Macaón (hijo de Asclepio y Epione),médico de los griegos en la guerra de Troya, junto a su hermano Podalirio. Nix (nacida del Caos), Diosa de la noche. Hypnos (Somnus para los romanos / hijo de Nix), personificación del sueño, de ella proceden los términos “Hipnosis”, estado de sueño inducido y sus derivaciones: “hipnotismo”, “hipnótico”, “Hipnograma”, gráfico del sueño, e “Hipnagogo”, agente inductor del sueño. Thanatos (hijo de Nix), Dios de la muerte, de este nombre proceden los términos “Tanatología”, ciencia de la muerte, y “Tanatorio”, local funerario. Morfeo (hijo de Hipnos), Dios del sueño, de él procede la palabra “Morfina”, alcaloide del opio que actúa como narcótico. Fobo (hijo de Ares y Afrodita), el Pánico, de este nombre procede el término “Fobia”, temor irracional. Su hermano Deimo era la personificación del terror. Átropos (Morta para los romanos). La tercera de las tres Moiras (Parcas para los romanos / hijas de Nix o de Zeus y Temis, según versiones), personificaciones del destino, la que corta el metafórico hilo de la vida y representa la muerte. Las otras dos: Cloto (Nona romana), la hiladora de la hebra de la vida, y Láquesis (Décima romana), la que mide el hilo de la vida con su vara de medir.

Por otro lado, Venus es la Diosa del Amor, la Belleza y la Fertilidad de la mitología romana, teniendo en cuenta que en la antigüedad el amor tenía una connotación más erótica que romántica. En algunos mitos latinos Cupido era hijo de Venus y Martes, dios de la guerra. Desde el siglo III a. C., la creciente helenización de las clases altas romanas se identificó con la Diosa griega Afrodita, pero Venus no llegó a tener la personalidad de sensualidad o crueldad como la griega, aunque conservara sus atributos y símbolos, como la manzana dorada de la discordia y el espejo Venus con forma de cruz y un circulo en su cima, que ha derivado al signo de la mujer.

De su nombre deriva la palabra “afrodisiaco” y “venérea” y se relaciona también con la práctica de la prostitución religiosa en sus santuarios y templos. Junto a sus hermanos, ocupaba un lugar en el panteón, entre los doce “Dioses Olímpicos”

Siendo ella diosa tan principal, la hermosa Venus Afrodita, no podía ser atendida por otro médico que no fuera un dios como ella misma, el dios de la Medicina, Esculapio para los romanos, Asclepio para los griegos, incluso por una afección tan banal y leve como una espina clavada en su delicado pie. 

El británico Sir Edward John Poynter, nos muestra a la diosa acompañada por las Tres Gracias visitando a Esculapio, que observa atentamente el pie herido de la diosa en su peculiar consulta, en un jardín al aire libre. Con ello, se pone de manifiesto la importancia del pie en la mitología expresada en el arte pictórico.



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