domingo, 26 de noviembre de 2023

  EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

VÍA DOLOROSA.

Cristo con la cruz a cuestas. Vellecio di Gregorio Tiziano. 

Cristo con la Cruz a cuestas. Tiziano, Vecellio di Gregorio. Hacia 1565. Óleo sobre lienzo. 67 x 77 cm. Museo del Prado. Sala 043

El Museo del Prado posee dos obras de Tiziano sobre el pasaje evangélico que narra cómo Simón Cireneo fue obligado a llevar la cruz de Cristo, cuando este ya estaba exhausto en su camino al Gólgota (Mateo 27:32.33; Marcos 15: 21-22 y Lucas 23:26-27)

Esta segunda obra estuvo en el Alcázar de Madrid hasta el incendio de 1734. En 1746 aparece en el inventario de él Buen Retiro y en 1794 en el Palacio Real Nuevo, de donde pasó al Museo del Prado en 1843.

Esta segunda obra tiene una concepción muy diferente, lo que muestra la originalidad creativa del autor al afrontar el mismo tema, por un sorprendente primer plano, algo poco habitual en su producción.

La escena es tremendamente emotiva por la mirada de Cristo, soportando el peso de madero, mostrando unos ojos cargados de lágrimas e inyectados en sangre. 

Detalle de la cara de Jesús

Detalle del ojo de Jesús

Un anciano Simón de Cirene apoya sus barbas sobre la cruz del Señor, mientras su mano derecha sostiene el peso del madero. Curiosamente es una mano elegante con signos de la moda veneciana con un encaje blanco que asoma bajo la túnica oscura del personaje evangélico y llevando un anillo en el pulgar. 

Detalle de la cara de Simón de Cirene

Este anillo sugiere que quien lo encargó se hizo retratar como tal, o quiso identificarse con él, lo que permite traer a colación que Ridolfi citó un “Cristo con la cruz a cuestas” donde el Cireneo era un retrato de Francesco Zuccato, amigo de Tiziano. 

Detalle de la mano del Cirineo

Como es habitual en obras tardías, se reutilizó un lienzo donde previamente había pintado un Ecce-Homo con caña. Se aprecian igualmente cambios en la posición de los dedos de ambos personajes, visibles incluso en la superficie. 

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

VÍA DOLOROSA.

Cristo camino del Calvario. Vellecio di Gregorio Tiziano. 

Cristo camino del calvario. Tiziano, Vecellio di Gregorio. Hacia 1560. Óleo sobre lienzo. 98 x 116 cm. Museo del Prado. Sala 043


El Museo del Prado posee dos obras de Tiziano sobre el pasaje evangélico que narra cómo Simón Cireneo fue obligado a llevar la cruz de Cristo, cuando este ya estaba exhausto en su camino al Gólgota (Mateo 27:32.33; Marcos 15: 21-22 y Lucas 23:26-27)

La primera, Cristo camino del Calvario, de 1560, ingresó en el Escorial en 1574, en el oratorio privado de Felipe II. Siguenza afirma: “en las noches pasaba allí el pío Rey don Felipe buenos ratos, contemplando lo mucho que debía al Señor que tan pesada carga llevaba sobre sus hombros por los pecados de los hombres y los suyos”. Permaneció en el Escorial hasta su ingreso en el Museo del Prado en 1845.

Esta obra muestra la caída de Cristo, que, de rodillas, apoya la mano izquierda en una piedra con la firma del pintor, y mira a un anciano Simón de Cirene que le ayuda a portar la cruz. La escena transcurre al margen del espectador, mero testigo del intercambio de miradas entre Cristo y el Cireneo. 

Detalle de la mano de Jesús sobre la piedra con la firma de Tiziano

Detalle de las miradas de Jesús y Simón de Cirerene

Aunque parece tener un diseño plano, cuando se realiza un análisis detenido se pueden observar tres planos. Un plano próximo con Cristo y el Cireneo, un plano intermedio y un tercero con el Gólgota y un tenue reflejo de la luz crepuscular.

Una radiografía de la obra muestra que, originalmente, Tiziano concibió al Cireneo portando un turbante, un elemento exótico habitual en las representaciones “a la turca” de la época, tocado que luego eliminó en la versión definitiva. Además, sugiere que la cruz no descansaba en el suelo, sino que era llevada en alto por los dos personajes, con la mano derecha de Cristo más elevada y situada bajo el tramo largo de la cruz, y la derecha del Cireneo, ahora no visible, asiera el madero a la altura de la cintura de Cristo.   

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

VÍA DOLOROSA.

Cristo abrazado a la Cruz. El Greco. 

Cristo abrazado a la Cruz. El Greco. Hacia 1620. Óleo sobre lienzo. 108 x 78 cm. Museo del Prado. Sala 008B

La obra procede del desaparecido Museo de la Trinidad afecto por las leyes secularizadoras de Mendizabal (1835-1837) y llegó al Museo del Prado en 1872.

Las pinturas de Jesús llevando la cruz a cuesta en su ascensión al Monte Calvario fueron muy frecuentes en la iconografía cristiana haciendo referencia al papel simbólico de la Cruz como medio de salvación.

La obra muestra a Jesús en más de media figura con una túnica roja y un manto azul, llevando la cruz sobre su hombro izquierdo mientras lo abraza con las manos como si quisiera acariciarlo.

La imagen se potencia por la perspectiva de “sotto in su” (vista desde abajo hacia arriba) de la figura, que coloca al espectador en un punto de vista muy bajo.

La cabeza se eleva ligeramente y los ojos se muestran acuosos, llorosos y miran hacia arriba con sensación de resignación.

Sobre la cabeza, la corona de espinas es potenciada por un nimbo romboidal de naturaleza luminosa.

La corona de espinas, presenta un gran realismo, está compuesta por ramas que se ajustan a su frente y le han ocasionado heridas que provocan pequeñas gotas de sangre que destacan en su frente y su cuello.

Pero, su rostro no muestra signos de dolor o de cansancio por el martirio previo y el esfuerzo físico de cargar con la cruz.  


Detalle de la cara de Jesús

Destacan sus grandes y delicadas manos con las características uñas nacaradas de El Greco.


Detalle de las manos de Jesús

Como fondo aparece el característico cielo tormentoso de El Greco, sin ninguna referencia narrativa, para concentrar la máxima atención del espectador sobre la figura de Cristo abrazado a la Cruz.