NEUROLOGÍA-PSIQUIATRÍA
San Ignacio de Loyola exorcizando a un endemoniado. Juan de Valdés Leal.
San Ignacio de Loyola
exorcizando a un endemoniado. Juan de Valdés Leal. 1600-1664. Óleo sobre
lienzo. 210 x 146 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala VIII
Valdés Leal realizó una serie de lienzos para la Casa Profesa de los
Jesuitas, sobre episodios de la vida de san Ignacio de Loyola.
Esta obra narra un suceso desconocido de la vida de san Ignacio que,
aunque no recogen sus biógrafos, se decidió incluir en la serie, pues se sabe
que san Ignacio realizó exorcismo en numerosas ocasiones, especialmente en
mujeres, y además los jesuitas sevillanos pretendían dejar constancia de los
milagros, y del poder de su fundador frente al diablo.
En un escenario en penumbra, san Ignacio aparece en el centro de la
composición.
El poseído se sitúa en primer plano, en un escorzo muy forzado,
intentando evadirse de dos personas que lo sujetan.
De la boca del poseso salen los demonios que se elevan y abandonan el
cuerpo, aún convulsionado, representados como figuras de dragones algo
caricaturescas.
Destaca en la obra el expresivo juego de miradas y gestos.
Llama la
atención el gesto diabólico del poseso frente a la extrema tranquilidad y
serenidad del santo, la crispación del endemoniado frente al asombro de los
espectadores.
Un hombre y una
mujer contemplan con sorpresa la situación en un segundo plano, y en un tercer
plano dos hombres comentan la escena.
En el lado derecho del lienzo, en segundo plano, una segunda escena, que
se corresponde con la estancia del santo en Manresa, donde convive con los
mendigos en el Hospital, en un espacio arquitectónico que recuerda elementos de
las viviendas sevillanas del barroco, como el mirador con arcada.
La posesión
demoníaca, ha sido descrita por innumerables culturas a lo largo de la historia, y sigue siendo actualmente un tema a
discutir dentro del debate entre ciencia y religión.
Los signos de los posesos pueden deberse a factores
neurobiológicos o psicológicos, como, por ejemplo, la aversión a los objetos
religiosos. El surgimiento de una segunda personalidad, puede deberse a un cuadro de trastorno
conversivo (neurosis) o
presentarse en la esquizofrenia (psicosis). La amnesia después
del episodio puede deberse a la sobrecarga funcional del cerebro. Pero existen otros signos más complejos de explicar desde el
punto de vista científico, como la capacidad de hablar en lenguas desconocidas
o la levitación.
El exorcismo es la técnica dirigida a expulsar los demonios o
espíritus malignos fuera de las personas. Según le definición de la Real
Academia de la Lengua Española, se tratarían de “conjuros contra el demonio”,
que aún hoy se siguen practicando en nombre de la religión católica y la
cultura evangélica y pentecostal, pero sin existir criterios objetivos que
regulen su ritual, por lo que su aplicación indiscriminada sobre pacientes con
enfermedad mental podría repercutir negativamente.
Por Andrés Carranza Bencano. Catedrático de Traumatología y Cirugía Ortopédica
No hay comentarios:
Publicar un comentario