miércoles, 2 de julio de 2025

 EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS 

Cristo de los Milagros. Catedral de san Alejandro. Bérgamo. Italia. 

En la catedral de San Alejandro, en la parte alta de Bérgamo destaca la capilla del Crucifijo, construida en el siglo XIX por Raffaele Dalpino. Originalmente concebida como de planta octogonal, fue luego diseñada en forma de cruz griega. Los trabajos de construcción se prolongaron durante diez años y la capilla fue consagrada en 1866. El diseño interior es magestuoso, con frescos y decoraciones doradas. En su centro una cúpula circular pintada en 1862.

La atención se centra en el altar, donde se guarda el Crucificado Milagroso. Esta imagen proviene de la iglesia de Santa María di Rosate, que fue cerrada en 1810.

Según la leyenda, en 1677 el brazo de Cristo se desprendió para abrazar a una monja injustamente reprendida por la superiora. Desde entonces. El brazo no tiene clavo atravesando la mano y está atado a la cruz con una cinta rosa, símbolo de veneración.

Se trata de una talla anónima, de madera policromada de hacia 1450, en estilo tardogótico lombardo, con anatomía estilizada y brazos alargados, muy estilizada e hierática.

Representa a un Cristo muerto, pues muestra la llaga de la lanzada, con los ojos y la boca cerrada. La cara esta inclinada hacia abajo y a la derecha y la cabeza muestra pelo natural. El brazo derecho está fijado por un clavo en la palma de la mano, con los dedos 4º y 5º flexionados. La mano derecha presenta la huella de la entrada del clavo, pero el brazo está sujeto al madero con un lazo rosa. El paño de pureza o perizonium es amplio para cubrir ambas caderas, sin nudo, y con pocos pliegues. Los pies están fijados con un solo clavo, con el pie derecho sobre el izquierdo.

Il Crocifisso di Rosate

Detalle del Crucificado

Detalle de la cara

Detalle de la mano derecha

Detalle de la mano izquierda

Detalle del paño de pureza o perizonium

Detalle de los pies

Por Andrés Carranza Bencano