EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS
Crucificado de la Capilla de Santa María Maggiore. Bérgamo. Italia.
La Basílica de Santa María Mayor en Bérgamo es una de las joyas
arquitectónicas de la ciudad alta de Bérgamo, guarda en su interior numerosas
obras de arte renacentistas y barrocas.
El Crucificado está colgado del techo,
en la transición entre el transepto y el presbiterio, dominando visualmente el altar mayor, destacando en
el conjunto decorativo del presbiterio. Diseñado para centrar la atención
de los fieles durante la misa, sirviendo como recordatorio visual del sacrificio de
Cristo.
Crucificado colgado del techo, en la transición entre el transepto
y el presbiterio
Se trata de una
escultura de madera del siglo XIV, donada hacia 1350 por Belfiore de Pomo, una viuda con medios que lo encargó antes de
emprender un peligroso peregrinaje a Roma.
Está tallado en madera hueca policromada,
una técnica común en la época, para representar con gran realismo el cuerpo de
Cristo, con una base color marfil sobre la que aparecen
toques rojizos que simulan la sangre reseca del martirio, siguiendo la
tradición lombarda en el tratamiento dramático de la figura de Cristo.
Detalle
del Crucificado
Detalle
del Crucificado
Aunque no
siempre se atribuye con certeza, hay estudios que lo relacionan con artistas de
la escuela lombarda o incluso con seguidores del taller de Andrea Fantoni, un
célebre escultor bergamasco.
Destacan insertos de
cuero artístico en los brazos, que parecen piel desgarrada,
intensificando el realismo dramático.
Detalle de los
brazos
El rostro del Cristo refleja un sufrimiento contenido, un dolor intenso, con la boca entreabierta, lengua ladeada, expresión de agonía, con un fuerte sentido de pathos, que busca conmover al fiel y fomentar la devoción.
Detalle del rostro
El perizoma cae en pliegues suaves, cubriendo hasta las rodillas, decorado en azul y oro, evocando la realeza divina de Cristo; un contrapunto
que convierte la figura no solo en símbolo de dolor, sino en triunfo de la
divinidad.
Detalle del paño de pureza o perizoma
Los pies también
están tensos, subrayando el espasmo del sufrimiento, fijados con un solo clavo
con el pie derecho sobre el izquierdo.
Detalle de los pies
A los pies de
la cruz destacan la calavera y los huesos de Adán.
Detalle de la
calavera y los huesos de Adán
Se observa
una fusión de estilos: líneas duras y expresionistas en rostro y extremidades
(influencia alemana), combinadas con un tratamiento más suave del paño,
heredero de la tradición lombarda.
Por Andrés Carranza Bencano
Maravilloso. No lo conocía. Es impactante. Muy buena la iconografía
ResponderEliminar