PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA
Pie griego
San Juan Niño servido por dos ángeles. Juan del Castillo.
San
Juanito servido por ángeles. Castillo, Juan del. Hacia 1640. Óleo sobre lienzo.
117x 95 cm. Museo de Bellas Artes. Sala IV. Donación de D. José Moreno
Larrazábal de 1932
San Juanito
aparece en la obra situado en un desierto que, por la mirada del pintor, se
transforma en un paraje casi edénico, poblado de frondosos árboles. Allí, desde
su infancia, recibe el consuelo de dos pequeños ángeles que le ofrecen, sobre
una bandeja, panales de miel y frutas.
Detalle de los ángeles ofreciéndole una bandeja con panelillos de miel
y frutas
Castillo, quizá
pensando en un refectorio conventual como destino de la pintura, alude así a la
sobria dieta del Bautista que recogen los evangelios de Mateo (3, 4) y Marcos
(1, 6): “se alimentaba de langostas, posiblemente un tipo de algarrobas, y miel
silvestre”. También se inspira en la biografía que Alonso Orozco dedicó al
santo en 1580. Este tipo de composiciones de temática infantil, impregnadas de
ternura y muy afines a la devoción popular sevillana, tendrían una profunda
influencia en su discípulo Bartolomé Esteban Murillo.
Aunque
poco habitual, esta iconografía amable de san Juan niño, inspirada en la imagen
de Cristo servido por ángeles, tuvo cierta resonancia en Sevilla. El propio
Castillo realizó otra pintura de idéntico tema, conservada hoy en colección
particular. Preceden a ambas las esculturas en relieve de Juan Martínez
Montañés que representan al Bautista acompañado de dos ángeles niños: una, de
1608, destinada al retablo mayor del convento de la Concepción de Lima; y otra,
realizada entre 1610 y 1620 para el retablo de san Juan Bautista, actualmente
en la iglesia de la Anunciación de Sevilla, procedente del convento de Santa
María del Socorro y adquirida en 1974 para el Museo de Bellas Artes.
Detalle del rostro
En esta
obra, Castillo refleja las corrientes teóricas de su tiempo. Por un lado, sigue
el canon infantil descrito por Juan de Arfe en su tratado “De
varia commensuración para la escultura y la arquitectura” (Sevilla, 1595), donde propone
representar a un niño de tres años con carnes “rollizas y tiernas” y ciertas
“arrugas hondas” visibles, por ejemplo, en muñecas y pies, rasgos que pueden
apreciarse claramente en este San Juanito. Por otro lado, acoge la indicación
de Francisco Pacheco en su “Arte de la pintura” (Sevilla, 1649), donde, pese a
reconocer que algunos pintores evitaban poner la cruz de caña al Bautista niño
por no haberse producido aún la crucifixión, recomienda incluirla siempre como
atributo propio de su misión. Siguiendo esta pauta, Castillo representa a San
Juanito sosteniendo la cruz, acompañada de la filacteria con la inscripción
“ECCE ANNUS,por agnus,
DEI” (“He aquí el Cordero de Dios”), condensando así su papel profético como
anunciador de la llegada del Mesías.
Detalle
de san Juanito con la cruz de caña con la filacteria
Finalmente destacamos la morfología de pie
griego con que se representa a San Juanito. Este tipo de pie se
caracteriza por tener el segundo dedo más largo que el pulgar. Se conoce como
griego debido a que en la mitología griega está asociado a las diosas y sus
poderes.
Detalle del pie
griego de san Juanito
Esquema de la
morfología del antepie
Por Andrés Carranza Bencano
No conocía bien lo del niño “Juanito”gracias por compartir un abrazo A.Iglesias
ResponderEliminar¿Andres tienes algún artículo con ejemplos de los distintos tipos de pie?
ResponderEliminarMagnifico documento.
ResponderEliminarMuy interesante como sempre
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