martes, 12 de agosto de 2025

PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA

Hallux Valgus

Venus y Vulcano. Juan de Espinal.

Venus y Vulcano. Juan de Espinal. 1760. Óleo sobre lienzo. 111 x 161,70 cm. Museo de Bellas Artes. Sala XI. Procedente de la Desamortización de 1840

Se representa el momento en que Venus se presenta en la fragua de Vulcano. Vulcano se presenta en su taller, junto a su yunque, con los atributos del herrero divino (yunque, martillos, utillaje), interrumpiendo su trabajo por un momento.

Detalle de Vulcano

Venus, parcialmente desnuda, vestida con una túnica blanca y un manto azul solicita o recibe armas/objetos. Junto a los dos dioses en el suelo aparecen varios escudos y armaduras.

Detalle de Venus

Al fondo, en una cueva, aparecen varios de los cíclopes, sus ayudantes, los que siguen trabajando, ocupados con sus martillos en forjar las armas de hierro. Esta segunda escena marca la perspectiva y profundidad de la obra.

Los cíclopes al fondo

Un estudio reciente propone que Espinal representa el momento en que Vulcano entrega a Venus las armas que ella solicita para su hijo Eneas (episodio derivado de la Eneida). Esa interpretación conecta la pintura con la iconografía épica y con la idea del favor divino para la fundación de un nuevo pueblo.

Venus encarna la belleza y el poder seductor, pero aquí aparece también en clave protectora/maternal, puesto que su petición de armas se dirige a asegurar el destino militar de Eneas. Su desnudez parcial cumple la tradición pictórica de mostrar belleza idealizada, pero su gesto implica intención y protección filial.

Vulcano simboliza la artesanía, la materia transformada por el fuego y la técnica que convierte lo bruto en instrumento armado. En el contexto simbólico del siglo XVIII, la forja puede leerse también como metáfora de creación artística: el pintor (Espinal) recrea la transformación material (pintura) con la misma dignidad del artesano divino.

Si la escena remite a la forja de armas para Eneas, las piezas que aparecen (yunque, escudos/armaduras) no son sólo objetos bélicos sino emblemas del destino histórico (la ayuda divina en la construcción de un linaje/estado). Esto inscribe la obra en una lectura noble/epopéyica más que en una mera escena amorosa.

En el siglo XVIII andaluz la mitología clásica se usaba con doble propósito: exhibir erudición y ofrecer ejemplos morales o políticas veladas (protección del héroe, la unión de técnica y belleza, etc.). Espinal acude a ese repertorio y lo adapta a un gusto neoclásico/rococó sobrio, donde la escena mitológica vale tanto por su anécdota como por su alto acabado pictórico.

Destaca finalmente los pies de Vulcano, pues se trata de un pie griego (el primer dedo más corto que el segundo) con deformidad en Hallux Valgus (juanetes).

Detalle del pie griego y con Hallux Valgus de Vulcano

Por Andrés Carranza Bencano

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