sábado, 13 de septiembre de 2025

EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA

Santo Cristo de la Caridad. Pedro Roldán.

Santo Cristo de la Caridad. Roldán, Pedro. 1673-1674. Madera tallada y policromada. Hermandad de la Santa Caridad

Esta sobrecogedora imagen, concebida para suscitar la devoción, constituye una de las obras de mayor dramatismo en la producción del escultor, donde se conjugan una depurada técnica y una extraordinaria capacidad expresiva.

Representa a Jesucristo en oración, ya en el monte Gólgota, tras haber recorrido la Vía Dolorosa de Jerusalén, en un instante inmediatamente anterior a la crucifixión. Se trata de una figura de intenso patetismo y de iconografía muy novedosa, pues adopta una postura inédita hasta entonces, fruto de la imaginación de Miguel Mañara, quien afirmaba: Antes de entrar Cristo en la Pasión hizo oración, y a mí me vino el pensamiento de que sería de esta forma como estaba, y así lo mandé hacer porque así lo discurrí”.

Cristo aparece arrodillado de cuerpo entero, sin paralelismo iconográfico en el ámbito sevillano, lo que hace pensar en un posible influjo de modelos procedentes de los granadinos hermanos García.

Con gesto implorante, la cabeza erguida y la mirada elevada hacia el Padre, el rostro se inunda de lágrimas en un ruego conmovedor. La soga que oprime cuello y muñecas intensifica la sensación de indefensión y conmueve al espectador.

Detalle del rostro

Detalle del rostro sin las potencias

Detalle de las manos

El dramatismo se acentúa gracias a la encarnadura sangrante y a las huellas de los tormentos padecidos en la Pasión, visibles en las laceraciones de la anatomía desnuda y en los desgarrones minuciosamente tallados en la piel de codos y rodillas, recurso que más tarde repetiría Pedro Roldán en su Cristo del Perdón de Medina Sidonia.

Destaca el paño de pureza, salpicado de abundantes manchas y regueros de sangre.

Detalle del paño de pureza

Destaca igualmente la perfección de los pies con los dedos en flexión.

Detalle de los pies

Algunos autores han señalado incluso ciertos rasgos comunes con el rostro del Cristo de la Expiración de Triana, popularmente conocido como “El Cachorro”.

Por Andrés Carranza Bencano

2 comentarios:

  1. Impresionante. Antes de leer tu articulo amplíe la imagen. Mire su cara y los ojos y vi al Cachorro

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    1. Me impresionan también los pies que no son visibles en su ubicación habitual 😆😆

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