EL PIE Y LOS NAZARENOS DE SEVILLA
Santo Cristo de la Caridad. Pedro Roldán.
Santo
Cristo de la Caridad. Roldán, Pedro. 1673-1674. Madera tallada y policromada.
Hermandad de la Santa Caridad
Esta sobrecogedora imagen, concebida
para suscitar la devoción, constituye una de las obras de mayor dramatismo en
la producción del escultor, donde se conjugan una depurada técnica y una
extraordinaria capacidad expresiva.
Representa a
Jesucristo en oración, ya en el monte Gólgota, tras haber recorrido la Vía
Dolorosa de Jerusalén, en un instante inmediatamente anterior a la crucifixión.
Se trata de una figura de intenso patetismo y de iconografía muy novedosa, pues
adopta una postura inédita hasta entonces, fruto de la imaginación de Miguel
Mañara, quien afirmaba: “Antes de entrar Cristo en la Pasión hizo oración, y a mí me vino el
pensamiento de que sería de esta forma como estaba, y así lo mandé hacer porque
así lo discurrí”.
Cristo aparece arrodillado de cuerpo
entero, sin paralelismo iconográfico en el ámbito sevillano, lo que hace pensar
en un posible influjo de modelos procedentes de los granadinos hermanos García.
Con gesto implorante, la cabeza erguida
y la mirada elevada hacia el Padre, el rostro se inunda de lágrimas en un ruego
conmovedor. La soga que oprime cuello y muñecas intensifica la sensación de
indefensión y conmueve al espectador.
Detalle del rostro
Detalle del rostro sin las potencias
Detalle de las manos
El dramatismo se acentúa gracias a la
encarnadura sangrante y a las huellas de los tormentos padecidos en la Pasión,
visibles en las laceraciones de la anatomía desnuda y en los desgarrones
minuciosamente tallados en la piel de codos y rodillas, recurso que más tarde
repetiría Pedro Roldán en su Cristo del Perdón de Medina Sidonia.
Destaca
el paño de pureza, salpicado de abundantes manchas y regueros de sangre.
Detalle
del paño de pureza
Destaca
igualmente la perfección de los pies con los dedos en flexión.
Detalle
de los pies
Algunos autores han señalado incluso
ciertos rasgos comunes con el rostro del Cristo de la Expiración de Triana,
popularmente conocido como “El Cachorro”.
Por Andrés Carranza Bencano
Impresionante. Antes de leer tu articulo amplíe la imagen. Mire su cara y los ojos y vi al Cachorro
ResponderEliminarMe impresionan también los pies que no son visibles en su ubicación habitual 😆😆
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