PATOLOGIA DEL PIE EN LA PINTURA
Pie paralítico
Cristo en la
curación del paralítico en la piscina. Bartolomé Esteban Murillo.
Cristo en la curación del
paralítico en la piscina. Murillo, Bartolomé Esteban. 1667. Óleo sobre lienzo.
237 x 211 cm. Museo National Gallery. Londres. Sala E.
Este cuadro fue robado en 1810 por el mariscal francés
Soult. Estuvo en París en 1812 antes de ser adquirido por el coronel Georgen
Tomline y permanecer en colecciones privadas británicas hasta 1950.
Cristo en la curación del
paralítico en la piscina. Iglesia de san Jorge. Hospital de la Caridad. Copia
realizada en 2008 por el taller de Juan Luis Coto, a instancia de la Hermandad
de la Caridad para recuperar el programa iconográfico del templo.
El
cuadro fue encomendado por Mañara para servir en la decoración de la iglesia
del Hospital de la Caridad de Sevilla. Murillo sería el autor de las seis
alegorías de las obras de misericordia, completadas con la séptima que estaba
realizada en escultura y situada en el retablo mayor, siendo esculpida por
Pedro Roldán.
La
curación del paralítico representa la obra de misericordia de visitar y atender
a los enfermos. Recoge un pasaje del Evangelio de San Juan donde narra el
momento en que durante la segunda estancia de Jesús en Jerusalén cura a un
paralítico que no podía sumergirse en la piscina de Bezata.
“Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una
piscina, llamada en hebreo Betzata, que tiene cinco pórticos. En estos yacía
una muchedumbre de enfermos, ciegos, cojos, mancos y paralíticos que esperaban
el movimiento del agua …. Pues el primero que bajaba después de la agitación
quedaba sano. Había allí un hombre que padecía una enfermedad desde hacía
treinta y ocho años. Jesús, al verlo tendido y sabiendo que llevaba ya mucho
tiempo, le dijo: ¿Quieres ser curado? le contestó: Señor, no tengo un hombre
que me introduzca en la piscina cuando se mueve el agua; mientras voy,
desciende otro antes que yo. Le dijo Jesús: Levántate, toma tu camilla y anda.
Al instante aquel hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar” (Jn 5:
1-15).
Jesús
está en el centro de la composición del cuadro, mientras que las figuras
principales se sitúan a la izquierda, y dirige su brazo al paralítico.
Detalle de Jesús
San
Pedro, san Juan y otro apóstol no identificado acompañan a Cristo y dirigen su
atenta mirada hacia el enfermo al que su maestro cura.
Otros
personajes dispuestos alrededor de la piscina completan la escena, apreciándose
en primer plano un perro.
Detalle del perro
En el
cielo nuboso que cierra el conjunto podemos observar una nube de fuego con un
ángel rodeado de una aureola de luz dorada. Según el evangelio, ese ángel
“descendía de tiempo en tiempo a la piscina; se agitaba el agua, y el primero
que descendía después de agitarse el agua, era curado de cualquier enfermedad
que tuviese” (ver).
El paralitico
aparece en el suelo, en una postura claramente escorzada, sin poder especificar
la enfermedad paralitica que sufre.
Detalle del paralitico
Por Andrés Carranza Bencano