SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA
Lamentaciones de Cristo Muerto. Andrea Mantegna
Nunca en la historia del
arte se había mostrado la figura humana desde esta visión. La figura de Cristo
se observa con los pies por delante mediante la utilización de un potente
escorzo, generando una visión del cadáver que se abalanza violentamente sobre
el espectador.
El cuerpo sin vida de
Jesucristo aparece medio cubierto por una sábana blanca y apoyado en una losa
de mármol, los tonos blanquecinos de estos elementos contribuyen a crear una
sensación de patetismo, junto con el color, entre pálido y cetrino, que recorre
la figura desde la cara a los pies, con una tonalidad macilenta.
El cuerpo parece deforme,
porque al aplicar la proporción clásica, pero en la visión forzada de su
violento escorzo, el vientre se hunde y el tórax se ensancha de una manera
desproporcionada. El resultado no es solo un efecto perspectivo
absolutamente novedoso, sino una imagen de Cristo un tanto profana, privada de
todo su halo de divinidad. De este modo la composición se muestra como un
ensayo sobre el dolor y la contemplación de la muerte
Sin embargo, su rostro es
sereno y su cabeza cae inclinada a la derecha con los ojos y la boca cerrados,
imprime una sensación de sosiego y de paz interior
Un detalle que sorprende es
la elección de poner los genitales de Jesús en el centro geométrico del cuadro.
En el margen izquierdo del
cuadro aparecen tres figuras, la Virgen María y san Juan Bautista y una tercera
imagen, que apenas se percibe, que parece tratarse de una de las santas mujeres
o de María Magdalena. La desproporción de sus rostros, excesivamente grandes
con lo pequeño de sus manos en primer plano y lo descompensado de su
integración en la composición, hace pensar que no sea parte del original sino
un añadido posterior de otro artista.
Probablemente el cuadro
estaba destinado la capilla funeraria del mismo Mantegna. Fue encontrado por
sus hijos en su estudio y vendido para pagar sus deudas.
El
gran protagonista de este cuadro son los pies que se contemplan en primer
plano. El artista los utiliza en el sentido de dar realismo y gran crudeza a la
escena con ese color macilento y destrozados por los clavos. Mantegna
busca efectismo con ese escorzo dramático, y logra una escena perturbadora,
escandalosa. El espectador pasa a formar parte de esa pequeña habitación donde
yace el cadáver.
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