EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
MILAGROS
La resurrección de Lázaro. José de Ribera.
La
acción y los personajes proceden del Evangelio de san Juan (Jn.
11: 33-44): “Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre,
te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije
por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado.
Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera!”. “Y
salió el muerto, atados con vendas las manos y los pies, y la cara envuelta en
un sudario” (Jn. 11: 32-45). Estos pasajes han sido objeto frecuente de
representación pictórica.
Cristo situado o en medio de la composición, señala
con su brazo extendido a Lázaro, que acaba de volver
a la vida.
Detalle de Lázaro
Le acompañan Marta y María, todavía afligidas por la
muerte de su hermano.
Igualmente acompañan algunos apóstoles.
Detalle de Apóstoles
A diferencia de lo que era habitual, Ribera sitúa la
escena en un interior, limita el número de personajes y crea una composición
cerrada, sin referencias al exterior.
Todo ello, junto con el empleo de figuras de tamaño ligeramente mayor que el natural, de algo más de medio cuerpo, dispuestas en friso y proyectadas sobre un fondo oscuro, con lo que la acción y emociones alcanza un mayor protagonismo.
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