EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS DE SEVILLA
Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Iglesia de Ómnium Sanctorum.
En la iglesia de Ómnium Sanctorum (ver), en la cabecera de la nave de la epístola, se sitúa el altar del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, de 1690.
Le acompañan las imágenes de la Virgen y san Juan, obras del siglo XVII,
a ambos lados de la hornacina principal.
La talla es
atribuida a Andrés de Ocampo de 1592, y procede de la parroquia de Santa Ana de
Triana, donde era conocido como “Cristo de la Venia”, porque el párroco se
inclinaba ante él, para pedirle permiso para empezar la misa.
Llegó en los años cuarenta del siglo XX para sustituir al primitivo Cristo de la Buena Muerte, de mediados del siglo XIV, que fue quemado en los sucesos de 1936. Era un interesante crucificado medieval de madera policromada sobre una cruz arbórea.
Aunque no
procesiona, en febrero de 2006 salió por los alrededores de la feligresía en
solemne vía crucis.
Es una imagen
fijada a un madero liso con tres clavos.
La herida de la lanzada es muy baja en el costado derecho y la sangre que brota termina en el paño de pureza
Es un Cristo muerto con
la cabeza inclinada hacia el lado derecho, con los ojos y la boca
entreabiertos, el ceño fruncido, la nariz afilada y el pelo caído sobre el
hombro derecho dejando al descubierto la oreja izquierda.
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