EL PIE Y LOS CRUCIFICADOS DE SEVILLA
Santísimo Cristo de las Almas. Hermandad de los Javieres. Iglesia de Ómnium Sanctorum.
En el Séptimo tramo de la nave del Evangelio de la Iglesia de Ómnium
Sanctorum (ver) se sitúa la capilla de la Hermandad de los Javieres.
El Santísimo Cristo de las Almas fue encargado al escultor portugués José Luis Pires Azcárraga (hijo de padre portugués y madre santanderina y nacido en Cádiz
en 1910) en 1945 por el jesuita José Luis Diez, para el templo de esta orden en la calle Jesús del Gran Poder, según
contrato firmado el 11 de abril de 1945, por el cual el imaginero portugués se
comprometía a realizar la talla, en un periodo de tres meses, por un importe
final de 6.500 pesetas y se obligaba a "mejorar", en lo que concierne
a "anatomía y acabamiento", al que terminaba de tallar para la capilla de las
Escuelas Salesianas de San Pedro de Triana, que a su vez estaba influido por el
Cristo de la Buena Muerte, de la Hermandad de los Estudiantes, de Juan de Mesa.
José
Luis Pires Azcárraga. Su nombre real era Jose Luis Pires Gutiérrez
En 1947 se celebró el acto de bendición, pero su primera salida procesional la realizó el
Martes Santo del año 1957, desde la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús
(Iglesia de los Jesuitas), en un solo paso, completamente terminado.
Entre 1969 y 1979 salió Nuestra Señora de Gracia y Amparo a los pies de
su Hijo en su mismo paso, hasta estrenar el suyo de palio en 1980. Desde 1977,
la corporación, creada en 1955, reside en la Real Parroquia de Ómnium Sanctorum.
Fue reformado por Espinosa de los Monteros en 1956, que le
retalló las piernas y adaptó una nueva cruz arbórea, en 1990 fue restaurado por
Jesús Santos Calero y en 1998 por Juan Manuel Miñarro López, que levantó
repintes, efectuó una limpieza general de la policromía y nueva corona de
espinas. Curiosamente el Prof. Miñarro encontró, en el interior de la imagen, el documento que atestiguaba su autoría, dentro de
un frasco de medicina, pues parece que Pirés padecía de estómago y tomaba unas
determinadas pastillas para combatir el dolor.
El 21 de febrero de 1989 la iglesia de Ómnium Sanctórum fue objeto del
asalto de unos ladrones que dañaron la imagen por lo que no procesionó en la
Semana Santa de ese año, pero respetándose el lugar del Cristo que fue ocupado
por cuatro nazarenos.
La
talla está labrada en madera de pino de Flandes y tiene una altura de 168
centímetros.
La imagen representa a Cristo
muerto, rígido, de musculatura correosa y poco matizada, fijado al madero con tres clavos.
La
cabeza está reclinada sobre el lado derecho, con la boca y los ojos
entreabiertos, destaca los párpados y el entrecejo
fruncido que muestran con vigor la magnitud del sufrimiento. La desviación del
pelo y la barba deja al descubierto la oreja derecha.
El
paño de pureza se anuda en el lado derecho, no presenta cuerda y cubre
totalmente la pelvis.
Las
piernas son muy robustas y los pies están fijados con un solo clavo, el pie izquierdo
por debajo del derecho que presenta una gran rotación hacia dentro,
determinando una gran angulación en la posición de ambos pies, la mayor de todos
los crucificados que procesionan en Sevilla.
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