SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA
Después del baño. Joaquín Sorolla.
Después del baño. Sorolla,
Joaquín. Óleo sobre lienzo. 128 x 193 cm.
Colección particular. En depósito en el
Museo Sorolla
La
representación del desnudo ocupó un lugar fundamental en la producción de
Joaquín Sorolla a lo largo de toda su carrera. Aparece tanto en sus numerosas
escenas de playa, pobladas de desnudos infantiles tratados con naturalidad y
bañados por la luz del sol y el reflejo del mar, como en composiciones de mayor
ambición en las que el estudio del cuerpo humano, principalmente femenino, se
convierte en el motivo exclusivo. En estas obras, Sorolla despliega una mirada
vitalista y luminosa, apoyada en una paleta rica y vibrante, que alcanza en su
plena madurez algunas de las creaciones más destacadas del género en la pintura
española.
Este soberbio
lienzo puede considerarse, sin duda, el mejor desnudo académico realizado por
el artista, concebido como una demostración consciente de sus excepcionales
capacidades en un ámbito que resultaría decisivo para su posterior evolución
pictórica.
La
escena presenta a una joven sentada en el suelo de unas supuestas termas de
evocación clásica, revestidas con amplias losas de mármol. Representada casi de
perfil, con el cabello oscuro recogido en un moño y el rostro en penumbra, la
muchacha se seca las piernas con una gran sábana blanca. A la derecha se
insinúa un pequeño charco de agua que remite al baño reciente.
El encuadre del
cuerpo permite apreciar la frescura y plenitud del desnudo juvenil sin caer en
gestos o actitudes abiertamente provocadores. Por el contrario, la figura
adopta una pose recogida y contenida, marcada por un evidente sentido del
pudor.
Dentro
de esta contención, los pies desnudos actúan como un discreto, pero elocuente
acento sensual, reforzando la intensidad expresiva de la composición.
Detalle de los pies desnudos
Por Andrés Carranza Bencano
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