MUERTE EN LA PINTURA
La Muerte del Maestro. José Villegas Cordero.
Este lienzo fue adquirido en 1910 por un coleccionista estadounidense que posteriormente lo donó a la Galería de Arte Albrightknox de Búfalo del estado de Nueva York.
En 1983 esta obra participa en una exposición celebrada en Sevilla y Granada, llamada "Pintores Andaluces en la Escuela de Roma (1870-1900)".
La pintura fue subastada en 1992 en la galería londinense de Christie's y comprada por un anticuario.
Finalmente, en 1996 fue adquirida por la Junta de Andalucía para ser depositada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Esta obra, de gran formato, ha sufrido un largo proceso de ejecución y transformación por parte del propio artista (Ver), que comenzó una versión en el año 1893 y culminó con otra nueva en 1910.
Este cambio consistió principalmente en la reducción del formato (341,5 x 514 cm.), transformación del color, luz y textura, y modificación de la composición.
La obra está inspirada en una corrida de toros celebrada el 20 de junio de 1889, en
honor de El Tato, a la que Villegas asistió en la plaza de toros de La
Maestranza de Sevilla y en la que el matador Bocanegra resultó cogido de
muerte.
Detalle del rostro del maestro
Presenta una escena de gran dramatismo
distribuida en dos partes, la mitad izquierda, donde yace el difunto sobre la
cama y un sacerdote reza en la cabecera delante de un altar con una Virgen y un crucificado,
y la mitad derecha, donde se distribuyen los demás toreros y la cuadrilla del maestro.
Detalle de la zona izquierda del lienzo
Resalta la expresividad en los rostros y actitudes de los compañeros de terna y los miembros de la cuadrilla que muestran la desolación y desesperación ante la muerte del maestro.
Detalle de la mitad derecha del lienzo
Destaca en la esquina izquierda como un mozo retira la ropa y las zapatillas del maestro.
Mozo que retira la ropa del maestro
Es la máxima expresión de la muerte pues los calzados representan el contacto con lo terrenal y al quitar los zapatos, se facilita la transición del espíritu al más allá y se evita que quede atrapado en este plano.
Al mismo tiempo, al enterrar a los muertos sin zapatos, se muestra respeto y sumisión ante el poder divino.
Detalle de la retirada de las zapatillas del maestro
Y Dios le dijo a Moisés: “No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es” (Éxodo 3:5).
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