EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA
VÍA DOLOROSA.
La Verónica. Bernardo Strozzi.
El encuentro
con la Verónica no se encuentra en los Evangelios Canónicos. La cita más antigua de este episodio data del
siglo II, en el Evangelio
apócrifo de Nicodemo, según la cual Verónica es una santa legendaria que habría secado el sudor y la sangre
de Cristo mientras éste portaba la cruz camino del Calvario.
Al retirar el lienzo
de la faz de Cristo comprobó que el rostro había quedado milagrosamente
impreso en él.
Diversas iglesias,
tanto dentro como fuera de Italia, se disputan la posesión del paño original.
Iconográficamente, la
tela que representa Strozzi se parece a la que se veneraba en la basílica de
San Pedro en el Vaticano.
El artista presenta
el resultado final del milagro, cuando Verónica está sola y despliega
temblorosa el lienzo y observando el rostro de Jesús.
Apoya la mano izquierda
sobre la barandilla en la que se sienta, y con la otra mano levanta la tela
marcando una diagonal blanca que contrasta con los verdes y rosados de su
ropaje.
Los rasgos faciales de Santa Verónica
reflejan una profunda devoción y compasión, transmitiendo una sensación de
conexión espiritual con el espectador.
Su mirada hacia lo alto, fuera de
los límites del cuadro, revela la naturaleza sagrada de la imagen que presenta
al espectador y su rostro, sonrosado e iluminado, con el toque acuosos de sus ojos muestra la
emoción contenida.
Presenta un pie
griego calzado con una extrema delicadeza.
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