lunes, 13 de noviembre de 2023

 EL PIE Y LA PASION DE CRISTO EN LA PINTURA

JUICIO

Jesús en casa de Anás. José de Madrazo y Agudo.



Es una obra significativa en la carrera juvenil de José Madrazo, al ser el primer cuadro de composición importante realizado por el artista durante su estancia en París, como discípulo de David. 

Se trata, indiscutiblemente, de uno de los testimonios fundamentales y más tempranos de la pintura religiosa española del siglo XIX, además de uno de los lienzos de composición más interesantes del neoclasicismo español.

Utiliza un canon de figuras de tamaño natural, que corta los personajes por las rodillas, algo extraordinariamente inusual en la pintura neoclásica de composición que, por la propia formulación teórica de esta escuela, muy rara vez renuncia a las figuras de cuerpo entero en la representación de escenas argumentales.

Esta obra representa, según el evangelio de San Juan (Sj 18:19-23), el momento durante el cual el Sumo Sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. 

Jesús le contestó: “Yo he hablado abiertamente al mundo, yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas”. “¿Por qué me preguntas a mí?. Pregunta a los que me han oído de qué les he hablado. Ellos saben lo que yo he dicho”. 

Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo: “¿Así contestas al sumo sacerdote?”. 

Jesús respondió: “Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado, pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?”.

A la izquierda de la composición, se muestra al sacerdote, que le interroga levantando el dedo índice de su mano derecha.


Detalle de Anás

El sayón se dispone a abofetear al Nazareno tras su desafiante respuesta, con una gran expresividad de agresividad y dureza. 

Esta concebido fundamentalmente como un alarde de estudio de anatomía, evocador de la estatuaria clásica.


Detalle del guardia

Detalle de la cara del guardia

En el centro de la composición se muestra la figura de Cristo maniatado, en la que destaca el blanco inmaculado de la túnica y su serena belleza, de delicados cabellos rubios y rostro serio pero tranquilo, contrastando con la rudeza fiera y la mirada amenazadora del sayón que se dispone a abofetearle. 

Estos dos personajes descargan toda la tensión dramática de la escena.


Detalle de Jesús


Detalle de la cara de Jesús


Cierra la composición, por la derecha, la figura de un soldado que se sorprende ante la violenta reacción del guardián. 


Detalle del soldado


5 comentarios:

  1. Magnífica descripción. Curso digno de estar expuesto. Maquinista la expresión del sayon y los ropajes del sacerdote y especialmente del nazareno

    ResponderEliminar
  2. Perdón el dedo me ha hecho dos faenas quería decir cuadro y magnifica

    ResponderEliminar
  3. Una maravilla su exposición y tu relato gracias un abrazo A.Iglesias

    ResponderEliminar
  4. Magnifica exposición y un relato acorde con la misma. Gracias amigo.

    ResponderEliminar
  5. Muy interesante y magnífica descripción . Gracias Andrés!

    ResponderEliminar