SIMBOLISMO DEL PIE EN LA PINTURA
Susana en el baño. Tintoretto.
Susana en
el Baño. Tintoretto. 1560 y 1565. Óleo sobre lienzo. 147 x 194 cm. Museo de
Historia del Arte de Viena. Austria (ver crédito)
Esta
obra se basa en un pasaje de la Biblia, del Antiguo Testamento, del libro de
Daniel (ver), aunque parece ser que tiene varios orígenes.
Este pasaje ha inspirado a numerosos artistas, especialmente durante el Manierismo y el Barroco, porque permite estudiar la anatomía femenina y representar el desnudo femenino, no consentido en los temas religiosos.
Es
la historia de Susana, una bella joven esposa del rico judío Joaquín, que se baña
en el rio, sin percatarse de que es observada por dos ancianos libidinosos.
Estos
viejos llegan a proponerle acciones deshonestas, bajo la amenaza de que si no
les satisface la acusaran de adulterio, por dirigirse sola al rio, sin sus doncellas,
para encontrarse con un joven.
Efectivamente,
al ser rechazados por Susana, la acusan falsamente de adulterio y es castigada
con la muerte.
Es
salvada por la intervención de Daniel que prueba a falsedad de la imputación y determina la consiguiente condena a muerte de los ancianos.
Tintoretto,
en esta obra no representa el momento dramático de la acusación de los ancianos,
sino que elige el momento anterior al desarrollo de la historia, cuando los dos
ancianos la observan con lujuria, con lo que desarrolla una escena erótica con
un gran simbolismo, y hasta cierto punto cómica, dado que uno de los ancianos es
representado tirado en el suelo.
Susana
es el centro de atención a pesar que se presenta en la zona derecha de la composición, pero con una luz intensa que resalta su belleza.
Los viejos se sitúan a la izquierda de la composición, en los extremos de un seto de rosas que los separa de Susana.
Uno de ellos está de pie al fondo de la
composición y el otro en primer plano, agachado mostrando la calva de su cabeza,
con una túnica roja que indica peligro y lujuria.
Entre
Susana y este seto se disponen una serie de objetos, a modo de bodegón, como el
espejo en que se mira Susana, el paño de seda blanco para secarse y el frasco
de perfume. El blanco de las flores del seto y estos objetos representan la
inocencia y la pureza.
A la
derecha, detrás de Susana, en la rama de un arbusto de sauco, vemos posada a
una urraca que representa la inminente difamación.
Al
fondo del lado derecho, detrás de un anciano, se abre una zona ajardinada con
una familia de patos nadando en el rio, que simbolizan la lealtad. Los postes
del arco de entrada están diseñados como cariátides.
A la
izquierda del seto, detrás del anciano agachado, se abre un amplio jardín con
un rio, prados y bosques y unos ciervos en la orilla del rio, que representan el
deseo y la lujuria.
La representación
esquemática de Venecia en la parte pequeña izquierda sugiere que Susana, en la
parte más grande derecha, simboliza la ciudad laguna de Venecia (la Patria de
Tintoretto).
A
mediados del siglo XVI, Venecia estaba amenazada por el imperio Otomano de
Solimán el Magnífico. La dominación se extiende al área de la antigua Babilonia,
donde tiene lugar la historia representada por Tintoretto.
En consecuencia, los dos viejos, en la pintura, son emblemáticos de los otomanos que desean la bella y rica ciudad de Venecia.
La
obra, también puede interpretarse como una crítica a la sociedad Veneciana de
la época, donde numerosas prostitutas se consideraron responsables de
enfermedades venéreas, como la sífilis, que constituyeron una epidemia en
Venecia.
En
este sentido, se puede interpretar que Tintoretto no denuncia a las
prostitutas, sino a los hombres que en sus persistentes lujurias siguen
utilizando sus servicios.
Susana, con
la acción de secarse con la toalla el pie derecho, nos conduce al momento íntimo
de la higiene de la joven que pudorosa se asea ajena a los hombres que la
vigilan.
La práctica
del lavado de los pies representa, al mismo tiempo, una actitud de humildad que
nos limpia de todo orgullo y de todas las cosas que nos ensucian en nuestro
camino espiritual, pues al igual que el polvo se pega a los pies de los
viajeros, muchas cosas negativas se pueden adherir a nuestras vidas.
Fantástico
ResponderEliminarQue maravilla de pintura y q análisis tan bueno del significado
ResponderEliminarEstoy en el AVE y me has animado con tu análisis cada día más ricos e interesantes
ResponderEliminarCada vez te superas a ti mismo.Me parece digno de elogio.Espino
ResponderEliminarPerfecta escritura. Te estas haciendo un maestro de la narrativa. Un par de comentarios, el primero corregirle. Las urracas no se sientan en los árboles, se posan. El segundo es pictórico, por más vueltas que le he dado, no entiendo el escorzo del viejo qu está tendido, no me encaja su postura, sobre todo la posición del brazo izquierdo y la cabeza, he intentado girar la cabeza y y no me ha dado el giro del cuello. Es una licencia de Tintoretto que se la vamos a perdonar. Sigue deleitándonos……
ResponderEliminarMagnífico el cuadro y su narrativa. Gracias.
ResponderEliminarVictoria
ResponderEliminarLa narrativa descripción e investigación son muy completas e interesante.Coincido con los otros comentarios
ResponderEliminarGracias. Me ayudan mucho los comentarios. Siempre cometo errores por lo que son muy útiles las correciones
ResponderEliminarGenial iniciativa de acercarnos a los médicos ajetreados en tareas humanas, lecciones humanísticas. Continué por favor 🙏
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