EL PIE Y
LOS NAZARENOS DE SEVILLA
Nuestro Padre Jesús
Cautivo y Rescatado. Capillita de san José
La imagen del Cristo de Medinaceli fue
tallada en Sevilla como los Cristos de la “Sentencia” en la primera mitad del
siglo XVII, con 1,73 metros de altura.
Representa los momentos acontecidos
entre su apresamiento en el Monte de los Olivos y los hechos que transcurren
durante todo el proceso judicial.
La imagen fue llevada por los capuchinos al norte del actual Marruecos, para la práctica
religiosa de las tropas españolas, concretamente a la plaza fuerte
de La
Mamora o Mámora, (actualmente
coincide con la ciudad de Mehdía), conquistada en 1614 por
los españoles para luchar contra la piratería de los berberiscos, y rebautizada
como San
Miguel de Ultramar.
En abril de 1681 el rey Muley Ismail tomó la ciudad, y la imagen fue
arrastrada por las calles y sometida a todo tipo de vejaciones, burlas y ultrajes por los sarracenos:” Lleváronlas al Rey, el qual diziéndoles palabras
afrentosas y haziendo burlas dellas, les mandó ultrajar y echar a los Leones
para que las despedaçassen como si fueran de carne humana. Al hermosísimo busto
de Iesvs Nazareno le mandó el Rey arrastrar, y echar por un mvladar abaxo,
haziendo burla y escnario del retrato hermoso…”
Por aquella época, los monjes
trinitarios recaudaban dinero de nobles y aristócratas con el objeto de
rescatar a personas del norte de África. Así ocurrió con Cervantes, y por eso
sus restos se hayan en el Convento de las Trinitarias.
También intervinieron para el rescate
del Cristo de Medinaceli, y dice la leyenda que el acuerdo con sus
secuestradores fue el pago de su peso en monedas de oro, y al pesarlo se
equilibró la balanza con 30 monedas (doblones de oro), el mismo número por el
que Judas se vendió para entregar a Jesucristo. De ahí
que el Cristo lleve la cruz de los trinitarios, roja y azul, como portaban
agradecidos de por vida los cautivos liberados por los trinitarios.
El Cristo rescatado llegó a Madrid en
el verano de 1682, habiendo pasado previamente por Tetuán, Ceuta, Gibraltar y
Sevilla, para instalarse en el convento de los
Padres Trinitarios de Madrid, ya desaparecido, junto al que se levantó una
capilla donada por los Duques de Medinaceli, también desaparecida.
El decreto de Desamortización de Mendizábal de 1836
obligó a la imagen a trasladarse a la iglesia de San Sebastián de Madrid, donde
permaneció diez años hasta que de nuevo la
Duquesa de Medinaceli (en aquella época Doña Casilda Salabert y Arteaga)
consiguió su regresó a la capilla de los Trinitarios.
En 1890
fue derribado el convento de los Capuchinos y sus patronos, los duques de
Medinaceli, instalaron en 1895 en su nueva capilla la imagen del Cristo.
El 13 de
marzo de 1936, la imagen fue salvada de un piquete de revolucionarios por los
devotos y vecinos del convento y fue escondido
por los Padres Trinitarios en los sótanos de la Basílica, pero fue
descubierta y entregada a la Junta del Tesoro que la trasladó a Valencia, de
allí a Barcelona y finalmente con todo el Tesoro Artístico a la ciudad suiza de
Ginebra.
Fue de nuevo “rescatada” en 1939, y pasando por Pozuelo de
Alarcón, fue trasladada a Madrid al Monasterio de la Encarnación y finalmente, el 14 de mayo,
hasta el altar de su templo.
El templo
actual nombrado basílica por el Papa Pablo VI en 1973 es moderno y destaca los
mosaicos del presbiterio y las vidrieras que narran escenas de la vida de
Cristo y pasajes de la historia del Cristo de Medinaceli, que así se conoce
universalmente dado que los Duque de Medinaceli pagaron a sus expensas la
edificación del templo para acoger a la imagen en Madrid. Los duques de
Medinaceli están enterrados en el panteón que se encuentra a la izquierda del altar.
Capillita
de san José
En el sotocoro se sitúa la imagen, muy venerada, de Nuestro
Padre Jesús Cautivo y Rescatado, obra de Agustín Sánchez-Cid Agüero, del siglo
XX, copia de la imagen del Cristo de Medinaceli, venerada en la basílica de los
Capuchinos de Madrid. El pelo es natural y detrás de la imagen se dispone una
gran ráfaga plateada.
Retablo de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado
Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado
Detalle del rostro
Detalle del rostro
Detalle de las manos y la Cruz de los Trinitarios
Detalle de los pies
Por Andrés Carranza Bencano
No hay comentarios:
Publicar un comentario